El Ingreso Mínimo Vital sólo llega al 5,9% de la población de Baleares que vive bajo el umbral de la pobreza

A nivel nacional la prestación llega de media al 12,2% de la población vulnerable, según Directores en Servicios Sociales

Reprochan al Gobierno español que no haya establecido "ninguna coordinación" con los servicios sociales municipales

Según el último informe de la Red Europea contra la Pobreza en Baleares hay casi 200.000 personas en riesgo

Ingreso mínimo Baleares
Cola del hambre en la iglesia de los Capuchinos de Palma.
Miquel Ángel Font

La Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales han advertido de que, cuatro años después de la implantación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), la prestación sólo llega al 5,9% de la población que vive bajo el umbral de la pobreza en Baleares y ha reprochado al Gobierno español que no haya establecido «ninguna coordinación» con los servicios sociales municipales para incrementar su cobertura.

De media y a nivel nacional, la prestación llega al 12,2% de la población que vive bajo el umbral de la pobreza.

Según el último informe de la  Red Europea Contra la Pobreza (EAPN-ES, por sus siglas en inglés), en Baleares un total de 199.440 personas, el 16,9% de la población, se encontraban en riesgo de pobreza en 2022. El número de personas en riesgo de pobreza severa ha pasado del 9,2% en 2021 al 8,4%, lo que supone que 9.999 personas hayan abandonado esta situación de vulnerabilidad. En cuanto a la proporción de la población con privación material severa ha pasado del 8,5% al 8,3%, lo que implica una bajada de 2.228 personas.

El riesgo de privación material severa mide diversos indicadores como el retraso en los pagos de hipotecas o alquileres, facturas de luz, gas o agua o en el pago de préstamos, entre otros.

Este lunes la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales ha denunciado las diferencias territoriales existentes entre comunidades que van desde el 24,5% de cobertura de población bajo el umbral de la pobreza en Euskadi al 5,9 en Baleares.

Los gerentes de Servicios Sociales han acusado al Ejecutivo de «no cumplir con el objetivo que se planteó de que en unos meses llegaría el IMV a las 850.000 familias que malviven en la pobreza extrema en nuestro país. Mientras tanto, la persistencia de las «colas del hambre» deberían, según la asociación, «avergonzar a los gobernantes» a los que acusa de «impericia del Gobierno en la gestión de la vacuna contra la pobreza, como calificaron el Ingreso Mínimo Vital».

Según datos recopilados por la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales en abril 589.948 familias fueron beneficiarias del IMV, con un total de 1.771.480 personas. El colectivo ha recordado que el Ingreso Mínimo Vital engloba tanto la renta básica de subsistencia, para familias con ingresos por debajo de la renta garantizada, como el complemento de ayuda para la infancia que permite completar las rentas inferiores a 3 veces la renta garantizada.

Las familias que perciben la renta básica de subsistencia por tener ingresos inferiores a lo que se considera «renta garantizada» son «sólo», según la entidad, 392.902 hogares (1.006.763 personas), el 2,1% de la población española. Asimismo, ha recordado que la previsión inicial, cuando el IMV se implantó en 2020, era llegar a 850.000 que se encuentran en situación de pobreza severa (17% de la población española, 2,3 millones de personas).

«La realidad es que sólo se ha alcanzado el 46,2% de cobertura de la pobreza severa», ha explicado el colectivo. Y, han añadido, si se toma como referencia el riesgo de pobreza, actualmente hay en España 8.260.000 en esa situación, al estar por debajo del 60% de la mediana de ingresos. En consecuencia, el IMV «sólo» llega al 12,2% de las personas en riesgo de pobreza.

Ingreso mínimo por comunidades

A nivel territorial, la asociación ha insistido en las «grandes diferencias» en esta implantación entre Comunidades Autónomas. El IMV llega a más del 20% de la población bajo el umbral de pobreza en País Vasco (24,6%), Ceuta (23,5) y Melilla (22,6%), pero no llega al 10% en Castilla La Mancha (8,7%), Cataluña (8,6%), Canarias (8,3%) y Baleares (5,9%).

Más próximas a la media nacional del 12,2%, se encuentran comunidades como Navarra (17,7%), Asturias (16,5%), La Rioja (15,8%), Andalucía (14,4%), Aragón (13,6%), Madrid (13,07%), Extremadura (13,4%), Cantabria (12,2%), Castilla y León (12,17%), Comunidad Valenciana (11,01%), Galicia (10,9%).

Ante estos datos, la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales es «necesario un impulso aún mayor para incorporar el IMV en la gestión a los servicios sociales de atención primaria». Consideran que «los servicios sociales comunitarios son una red capilar que llega a toda la ciudadanía independientemente del municipio en el que reside y de su situación personal y social».

Sin embargo, se ha lamentado la organización, «el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social no ha establecido ninguna coordinación que, sin ninguna duda, hubiera ayudado a la implantación del IMV, mejorando los plazos en el acceso y la situación económica de muchas familias». En su opinión, «el laberinto burocrático diseñado para acceder al IMV ha hecho, en la mayor crisis social de la historia, que miles de personas en situación de vulnerabilidad, pasen meses de su vida sufriendo momentos de gran precariedad».

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