El Govern del PP apuesta por mantener la limitación de cruceros en Palma que implantó Armengol
Confía en que "como mínimo" se mantenga el actual acuerdo de tres barcos máximo al día
Reitera la necesidad de fijar "límites para la transformación del modelo económico de Baleares"


El Govern del PP apuesta por mantener la limitación de cruceros en Palma que implantó la socialista Francina Armengol la pasada legislatura de un máximo de tres embarcaciones al día y sólo una de ellas con un tope de 5.000 turistas. Un acuerdo con las navieras que tendrá que ser revisado dado que tiene vigencia hasta 2026.
Aunque el sector confiaba en la apertura de ese número máximo dado que no se han recuperado las cifras de antes de la pandemia del Covid de 2020 en este tipo de turismo que no consume territorio y tiene un mayor poder adquisitivo que el resto, todo hace indicar que no será así, y que el la intención del Govern es que, «como mínimo», se mantenga vigente el actual acuerdo con las navieras para limitar la llegada de cruceros al puerto de Palma.
Así lo ha avanzado el vicepresidente y conseller de Economía, Hacienda e Innovación, Antoni Costa, que ha considerado que los resultados de la reciente encuesta de la Agencia de Estrategia Turística de Baleares (Aetib) «van en la dirección» que promueve el Ejecutivo sin crecimiento de plazas turísticas, prohibición de nuevos pisos turísticos y limitación contra los rent a car. «Este Govern apuesta por los límites y la transformación del modelo económico de Baleares», ha alegado.
Costa destacado que la presidenta del Govern, Marga Prohens, es la primera mandataria autonómica que ha dicho «alto y claro» que Baleares «ha llegado al límite» y que «no es posible crecer en volumen».
Por contra, el portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, le ha reprochado que el Govern se escude en que el «decrecimiento turístico» hace «temblar a las familias» para no desarrollar medidas en este sentido.
El diputado independentista ha resaltado los efectos que tiene el turismo en la vivienda lo que, a su modo de ver, ha provocado que gran parte de las operaciones de compraventa se hagan a tocateja, algo que «no puede hacer la gente normal» y sí los «grandes inversores extranjeros que vienen a Baleares a especular».
Así, ha remarcado que lo que hace «temblar» a los baleares cómo pagar el alquiler y no que los hoteleros «ganen 100 millones más o menos».
Costa le ha reprobado el cambio de discurso de Més cuando estaba en el Govern, a cuando ha pasado a la oposición y ha pedido que dé cifras de «cuántos turistas pueden llegar a Baleares» y «a cuántos puestos de trabajo está dispuesto a renunciar», porque si no lo hace, es «demagogia».