LA BUENA SOCIEDAD

La gestión de Jesús Mullor al frente de Proyecto Hombre

Jesús Mullor Proyecte Home Balears
Jesús Mullor Proyecte Home Balears

Jesús pertenece a una generación, la que nació en los años sesenta, que se ha definido por una continua búsqueda de la vocación vital y laboral. Antes de nosotros, en la mayoría de los casos la vocación venía impuesta por la familia, o sus necesidades. Jesús, con el beneplácito de los suyos optó por la felicidad, al igual que tantos otros, pues también pertenezco a esta década del siglo pasado que se dispone a proporcionar abuelos y abuelas, habiendo logrado en muchos casos metas que parecían inalcanzables desde la felicidad que nos ha dado la libertad y la valentía de poder elegir y hasta equivocarnos en la búsqueda.

Parece mentira que peinemos canas y que nuestro aspecto haya cambiado pues todos los de los sesenta seguimos siendo niños esperanzados en vivir felices. Es precisamente por eso que les pido encarecidamente que lean la historia de hoy, llena de contradicciones, cambios, fluctuaciones, y éxito personal y familiar. El secreto, buscar la felicidad en el oficio, al menos el afortunado que pueda elegir, y cueste lo que cueste. Y cuesta trabajo, no lo duden. En sociedad, en la buena sociedad de la que Mullor es referente
aunque le sorprenda, el trabajo da la posición más que el dinero.

Quedamos para esta charla para OkDiario con el director general de Projecte Home Balears en varias ocasiones, pero nuestras agendas explotaban de compromisos varios así que decidimos ponernos a hablar sin guion, sin revisión previa, como dos amigos que se reencuentran inesperadamente y se cuentan la vida. Charlamos de todo y más durante una hora que podría transcribir entera pues todas las frases que salen de la boca de Jesús merecen un destacado, así que he decidido comenzar por el principio de esta crónica que retrata una de las personas más activas, influyentes y discretas de las islas, y también más queridas. De las que más sabe y más calla para preservar el derecho de todos a tener una segunda oportunidad.

El director de Projecte Home Balears, Jesús Mullor.
El director de Projecte Home Balears, Jesús Mullor.

Siguió a un apóstol que le guio, Tomeu Català, mientras andaba entre ordenadores primitivos, Tomeu que ahí sigue, pero el que hoy manda, desde hace ya casi once años es Jesús Mullor, su discípulo, y su amigo, el que cayó de bruces ante el maestro para servirle en su gran obra. Vamos allá, a contar la vida de los grandes de la buena sociedad mallorquina. Nuestros imprescindibles.

Projecte Home Balears se ha enfrentado a cambios profundos desde su fundación en los años 80, cuando la heroína y el SIDA acababan con la vida de muchos jóvenes. Algunos se rehabilitaban, volvían a la luz, a la familia, a la vida, y de repente aparecía el virus maldito y se los llevaba. Desde los ochenta a hoy la fundación ha pasado de tener un solo programa de ayuda a más de
cuarenta, lo que da una idea de cómo han cambiado los tiempos y con ellos las adicciones que destruyen vidas y familias, y lo más importante a mi entender, cómo ha cambiado la forma de tratarlas. De la improvisación se ha pasado a la profesionalidad y ya son más de mil los usuarios que en las Islas Baleares intentan salir del agujero negro que les atrapa con la ayuda de estos seres de luz comandados por Jesús, del caballo al alcohol se ha pasado a tener que tratar adiciones sin sustancias, como la del juego o el sexo, tan nefastas para el ser humano como todas las que conocemos.

Quizás estos casi catorce años de gestión dejen como poso positivo un acercamiento a las personas en forma de movimiento, pues Projecte ha sido capaz de abrir nuevos centros de atención en Manacor, Inca, Ciutadella, para que las zonas peor comunicadas de las islas tengan un mejor acceso para los usuarios. Todo es consecuencia de un aprendizaje que Jesús resume espontáneamente en que todos somos vulnerables, que todos somos ricos y pobres en igualdad frente a la adicción. Ni la cultura, ni la clase, ni la posición
salvan a nadie de caer en esas garras del diablo llamadas tentación.

Es curioso que los procesos de sanación duren cuarenta días, como la cuaresma que algunos estamos celebrando, que llevó a Jesús al desierto huyendo de la tentación que le azotaba. Con Jesús no hablamos de religión, hablamos de profesión. Y de cómo su vida ha virado continuamente guiado por el afán de ayudar y el de aprender. Es profesor de la Universitat de les Illes Balears, en la faculta de educación. En su departamento de pedagogía aplicada y psicología de la educación, se encarga de formar educadores sociales, maestros, pedagogos. Incluso ha visto caer a jóvenes o compañeros aparentemente sólidos y en este entorno culto de la Universidad donde se establecen de manera natural barreras que protegen también naturalmente a los jóvenes de las adicciones. Se previene la caída, y se celebra anualmente la recuperación de muchos que superan el tratamiento con éxito. Ese es su gran salario, aparte del mensual que le ayuda a pagar las facturas.

Jesús Mullor sostiene el micro mientras Tomeu honra a la reina tras su discurso.
Jesús Mullor sostiene el micro mientras Tomeu honra a la reina tras su discurso.

Nació en una familia normal en Melilla. Su apellido Mullor proviene del alemán Müller porque su abuelo era alemán y lo importó, aunque cambiara rápidamente a su acepción actual. Su padre era diseñador de joyas y su madre ama de casa. Se crio en el popular barrio de Sa Indioteria y desde niño ya sintió la necesidad de vincularse al Splai, a la juventud, a la ayuda a los demás. Le llevó lo que vio a su alrededor, la pobreza, la suciedad, el horror del extrarradio de entonces. Ayudaba con más espíritu que ciencia, y ahí nació la vocación que le ha llevado hasta el puesto tan importante que hoy ocupa.

Su familia le respetó pensado que se trataba de una locura de juventud en un chico que había estudiado de manera brillante ciencias puras y que ya
trabajaba en una empresa informática del año 1986. ¡Si casi ni existían los ordenadores gritamos al unísono! Cuando le dijo a sus padres que iba a formarse en el extranjero porque en España era imposible , y que además cobraría bastante menos la respuesta de su progenitor fue: «¿A ver, qué te hace más feliz?» Tras finalizar sus estudios tardó más de doce años en volver a tener un salario similar al anterior, pero se sentía y se siente feliz en medio de una gran contradicción, ganaba dinero mientras estudiaba con máquinas, pero disfrutaba trabajando con personas. Había empezado en el 87, se había ido y regresaba en 2014 para asumir una gran responsabilidad siempre bajo la sombra del icónico Tomeu Català, puro carisma.

Se atrevió nuestro pistolero dulce pero valiente, buen conversador, con la cabeza bien amueblada y sin embargo dotado de un gran sentido del humor y del perdón. Para llegar a la presidencia hubo de fallecer su mejor amigo Juan Manuel Quetglas, que había sustituido a Català, y que había llegado a la presidencia aupado por Tomeu. Fue un gran golpe. Jesús mientras tanto se había convertido en un gran gestor, y como le dijo Tomeu para darle a entender que lo necesitaba que además de gestor tenía la sensibilidad suficiente para entender a las personas. Volvió a casa, y dejó su cargo en el Ayuntamiento. Entre tanto se había casado, y era padre de dos hijas. Le preguntaron por segunda vez en su vida ¿Qué te hará más feliz? Toda la familia se dedica a servir a los demás. La cabra tira al monte dice Jesús a carcajadas cuando cuenta que su esposa es trabajadora social, la hija mayor es maestra de escuela y la pequeña es enfermera en el Hospital Universitario de Son Espases. El matrimonio dura ya cerca de 32 años, una heroicidad de la que nos alegramos.

A Proyecto Hombre le falta estabilizar la financiación de algunos usuarios residenciales en forma de ayudas exteriores porque están muy infradotadas. La Fundación sin ánimo de lucro no puede hacer negocio, ni dejar a nadie que lo necesite y lo pida en la calle. Un centro en Ibiza hoy parece imposible, pero sigue siendo uno de sus grandes sueños. El sistema terapéutico está consolidado y en continua evolución, y bien engrasado. Un tratamiento de un adicto no residente cuesta 1.200 euros al mes y residencia unos 3000. Suelen estar un año. Nadie ha dejado de iniciar un tratamiento porque no pueda pagar, es un milagro, y el hecho indiscutible de que la ayuda llega a buen puerto.

Tomeu Català junto con la Reina Doña Sofía.
Tomeu Català junto con la Reina Doña Sofía.

La generosidad y la bondad del ser humano ahora que se pone en cuestión se respirará nuevamente el próximo viernes, un año más, en la Seo de Palma, en el concierto de Semana Santa que cada año preside la reina Doña Sofía. Su Majestad ha querido involucrase plenamente en este proyecto nacido del esfuerzo de Tomeu Català y su equipo. Ha visitado por sorpresa algunos centros para reunirse con sus usuarios y escucharlos y darles cariño. Muchos años, antes del concierto, se reúne en palacio con Tomeu Català y Jesús Mullor para ponerse al día para ponerse al día de las necesidades y logros de la entidad que presiden sus invitados.

Lo recuerda todo, absolutamente todo, pregunta por esto y por lo otro demostrando un interés que llena de coraje a todos. La tan necesaria sensibilidad humana que todos necesitamos, más desde la discreción. El concierto se celebrará el 14 de abril, en la catedral de Palma, y las entradas ya están a la venta. Doña Sofía tiene previsto asistir, como siempre, dando amor a la causa. Ojalá lo haga acompañada de su hermana, Su Alteza Real la princesa Irini de los Helenos. Hace un par de años me dijo que la música que habíamos escuchado hacía pocos minutos sanaba la humanidad.

Jesús quiere agradecer además del apoyo y coraje de doña Sofía, el maravilloso trabajo que hace el director de la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares y del Coro de la Universidad de las Islas, y por puesto a la Seo de Mallorca. Todos son parte de la cita más importante de la sociedad mallorquina.

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