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La estructura del edificio del Medusa Beach que causó cuatro muertes no podía soportar la primera planta

Los técnicos municipales no han determinado si la terraza desplomada contaba con autorización para estar abierta al público

Investigan si las obras de reforma ejecutadas en el inmueble se corresponden con los proyectos tramitados en Urbanismo

Medusa Palma, Playa de Palma.
Servicios de emergencia en las inmediaciones del local derrumbado, en Playa de Palma. E.P.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Las primeras pesquisas de los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma y de los servicios de emergencia de Policía y Bomberos apuntan a que la estructura del edificio de la calle Cartago donde se ubicaba el Medusa Beach Club, no estaba preparada para soportar el peso de la primera planta donde en el momento de producirse su colapso el pasado jueves, se encontraban más de una veintena de personas.

A falta de conocer, y de que el Ayuntamiento de Palma certifique si la terraza desplomada ubicada frente al mar en este local de primera línea de playa estaba legalizada para poder acoger a una clientela de turistas que eran alemanes y holandeses, principalmente, los técnicos están cotejando si las obras ejecutadas estos últimos años en el inmueble por cuyo derrumbe fallecieron cuatro personas y 16 resultaron heridas, se corresponden con los permisos tramitados.

Aunque el edificio que albergaba el glamuroso Medusa Beach tiene más de medio siglo (1972), el local abrió sus puertas con esta denominación en 2021, y como es habitual en la mayor zona turística de Baleares como es el caso de Playa de Palma, a la conclusión de cada temporada de verano, se hacen reformas de diverso alcance para acondicionar los establecimientos.

Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de los casos estos trabajos se realizan presentando el promotor la licencia de obras y actividades en Urbanismo al ser una obra mayor para la reparación, mejora, modernización o consolidación del inmueble en cuestión.

Después, llegado el caso, es la autoridad o técnico competente el que tiene que fiscalizar el alcance de lo ejecutado, si corresponde o no lo realizado con lo tramitado y otorgar el correspondiente final de obra. De ahí las responsabilidades de todo tipo que se pueden derivar de las investigaciones en curso.

Precisamente el alcalde de Palma, Jaime Martínez, hacía un llamamiento a «no hacer elucubraciones» sobre si el local de playa de Palma tenía o no los permisos en regla y «dejar que los técnicos y cuerpo de Bomberos hagan su trabajo».

«Tanto los bomberos como los técnicos de protección de la edificación como del resto de áreas municipales están haciendo su trabajo para tener toda la información y tener todos los informes de inspección necesarios para después trasladarlos a quien haya que trasladarlos para que pueda llegar a las consecuencias y aclaraciones necesarias».

No obstante, desde diferentes ámbitos profesionales, caso del Colegio de Arquitectos de Baleares, el decano, Bernat Nadal, ha pedido respetar «los trabajos y la seguridad de las personas más allá de los negocios».

«Es probable que las obras que se hayan realizado puedan influir en lo que ha sucedido finalmente», ha dicho. Así, ha afirmado que, de haber empleado como material marés, «evidentemente la sobrecarga de uso es inferior a la de una estructura de hormigón, por lo que se reduce más ese umbral de seguridad».

Según Nadal, se tiene que comprobar la solución constructiva del edificio, su capacidad de sobrecarga, analizar los coeficientes de seguridad y, con ello, esperar al veredicto de los técnicos que están estudiando la situación. «Si fuera la obra», ha añadido, «pueden influir los elementos decorativos o la sobreposición de pavimentos», por lo que «seguramente sea la acumulación de varios motivos».

A preguntas de los medios, el decano comentó la sorpresa de algunos empresarios porque el plazo de ejecución de las obras de remodelación esté en relación con la normativa de ruidos.

«Se refieren a que el tiempo para ejecutar las obras es limitado» dado que éstas se tienen que suspender una vez que arranca la temporada turística en zonas vacacionales como es Playa de Palma.

En conclusión, ha determinado el número uno colegial «es inaceptable que por un tema de apertura de negocio se olvide la seguridad de las personas», así que ha subrayado que se necesita que «no influyan las prisas» en la ejecución de proyectos.

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