El día que Enríquez Negreira salió escoltado del Lluís Sitjar

Protagonizó un nefasto arbitraje en un Mallorca-Sevilla de Copa del Rey en 1986

Expulsó a dos jugadores del Mallorca y dejó de pitar un penalti escandaloso en área sevillista

Los andaluces acabaron imponiéndose en la eliminatoria tras los penaltis

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Enríquez Negreira Mallorca
Enríquez Negreira, saliendo escoltado del Lluís Sitjar
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

También el Mallorca tuvo su ración de Enríquez Negreira. Fue en la cuarta eliminatoria de la Copa del Rey de la temporada 85-86. El equipo dirigido por Serra Ferrer había perdido 1-0 en el Sánchez Pizjuán en el partido de ida. En la vuelta había igualado la eliminatoria a los 23 minutos, pero a partir de ahí no pudo progresar. Enríquez Negreira lo puso todo de su parte para que el que sobreviviera fuera el equipo de Primera División -el Mallorca jugaba en Segunda en ese curso-. Expulsó a dos jugadores rojillos y dejó sin señalar un escandaloso penalti en el área sevillista que hubiera podido suponer el 2-0. Al final del partido tuvo que salir escoltado del terreno de juego del Lluís Sitjar.

«Sólo el vergonzoso arbitraje del colegiado catalán Enríquez Negreira ha posibilitado que el Mallorca no eliminara al Sevilla y que éste alcanzara la tabla de salvación de los lanzamientos desde el punto de penalti, consiguiendo con ello el pase a la siguiente eliminatoria». Así comenzó su crónica Lamberto Cortés Avespa para Marca, explicando lo que fue un partido que indignó a la grada del Lluís Sitjar, siendo necesaria la intervención de la Policía Nacional para evacuar al árbitro tanto del terreno de juego como de las dependencias del estadio.

Enríquez Negreira dejó al Mallorca con nueve futbolistas por expulsiones de Hassan y Mantilla, lo que obligó a los bermellones a encarar la prórroga en evidente inferioridad numérica, pero lo que más enervó al estadio fue cuando miró hacia otro lado y no señaló como penalti un derribo clarísimo a Orejuela en el área que hubiera supuesto el 2-0 y, con ello, la clasificación del equipo para la siguiente ronda.

Dado que el partido de ida disputado en el Sánchez Pizjuán también había finalizado 1-0 fue necesario acudir a los penaltis, donde el portero internacional del Sevilla Paco Buyo fue decisivo al detener dos lanzamientos. El público despidió a su equipo con una grandísima ovación mientras que se produjo un lanzamiento masivo de almohadillas contra el trío arbitral encabezado por Enríque Negreira.

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