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La Copa del Rey Repsol aprovecha el viento justo para arrancar

The Lady Anne, Chinook, Comet, Argos y Calima se colocan líderes

Las aguas de Mahón volvieron a estar bajo la influencia de un anticiclón

La falta de viento hizo evidente la necesidad de acortar la travesía

Copa del Rey
Chinook, líder de la clase Época Cangreja, durante la regata.

La XX Copa del Rey Repsol de Barcos de Época se estrenó con viento de Levante muy suave y un recorrido costero de apenas 6,5 millas náuticas. Las aguas de Mahón volvieron a estar bajo la influencia de un anticiclón que obligó a las tripulaciones a exprimir cada pequeña racha. El Comité de Regatas también tuvo que esforzarse al máximo para completar la prueba inaugural, tras la suspensión de la primera jornada por falta de viento.

La salida se dio con dos horas de retraso. A medida que avanzaba el día y amainaba el viento, cuya mayor racha fue de siete nudos, se hizo evidente la necesidad de acortar la travesía. Ariane Mainemare, oficial principal de regatas, decidió fijar la línea de llegada en la Isla del Aire, punto que en circunstancias normales hubiera marcado el ecuador del trazado. La previsión acertó en la dirección, pero no en la intensidad.

El Comet en Época Bermudiana y el Argos en Clásicos, ambos campeones de la edición pasada, supieron adaptarse a las difíciles condiciones meteorológicas de la jornada y ya se postulan a la victoria al frente de sus respectivas clases. El Chinook se impuso con holgura al Rowdy en el duelo de gemelos de la clase Época Cangreja, el Calima puso proa al que podría ser su decimoquinto triunfo en Espíritu de Tradición y el Lady Anne no dio opción a sus rivales en Big Boats.

Los veleros de la clase F15, con sus líneas pura sangre y sus colosales aparejos trapezoidales, coparon el podio de la clase Big Boats frente a adversarios que necesitan vientos mucho más fuertes para ofrecer su máximo rendimiento. The Lady Anne (1912), patroneado por Gonzalo Botín, se colocó al frente de la flota desde los primeros compases, aprovechando cada brizna de viento para sacar metros a sus dos principales rivales, Mariska (1908), que fue segundo, y Tuiga (1909), tercer clasificado. El líder invirtió una hora y veintitrés minutos y obtuvo una cómoda renta de casi cuatro minutos sobre su inmediato perseguidor. Viveka (1929), Hallowe’en (1926), Mariette (1915) y Orianda (1937), que se estrenaba en la Copa del Rey Repsol, cruzaron, por este orden, la línea de llegada. Es la primera vez en 20 años en que la regata organizada por el Club Marítimo de Mahón reúne a siete unidades de más de 24 metros de eslora.

El esperado ‘combate’ entre los NY40 Rowdy y Chinook, ambos diseñados por Herreshoff y botados en 1916, se saldó con la victoria del segundo, propiedad de Paolo Zanoni, cuya tripulación supo adaptarse mejor a las condiciones de poco viento y acabó sacando a su rival una ventaja de casi 5 minutos, mucho tiempo teniendo en cuenta que ambos se miden casi en tiempo real. A pesar de que los dos barcos han competido en numerosas ediciones de la Copa del Rey Repsol, ha sido la primera vez que lo han hecho en la misma categoría, después de que la armadora del Rowdy, Donna Dyer, decidiera recuperar la configuración original de su velero, sustituyendo su vela bermudiana por una de cangreja. El Chinook ha demostrado mayor experiencia en el complejo manejo del aparejo trapezoidal.

El Comet, un Olin Stephens de 1949 patroneado por Marc Marciano, ganador de la Copa del Rey Repsol de 2023, se ha colocado al frente de la clasificación general de la clase Época Bermudiana por delante del Sonata (1929), el velero diseñado por John Alden que fue recuperado hace más de una década por Jordi Cabau en Mallorca. Ambos barcos han navegado a un buen nivel, adaptándose a las complicadas condiciones de la regata, y se postulan como las embarcaciones a batir, con el permiso del Varuna (Sparkman & Stephens, 1939), de Jehs Kellinhuseen, que ha cruzado la línea a pocos segundos del líder pero se ha visto relegado a la tercera plaza tras las compensación de tiempos.

El Argos, de la armadora Barbara Trilling, un diseño de Holman & Pie construido en los astilleros Carabela, ha puesto rumbo a la que podría ser su séptima victoria consecutiva en la Copa del Rey Repsol de Barcos de Época en la categoría de Clásicos, donde se citan las embarcaciones botadas entre 1950 y 1975. La tripulación liderada por el español Eduardo Méndez ha sacado cuatro minutos en tiempo corregido al segundo clasificado, el Crivizza (1966), de Alan Buchanan, y siete al tercero, el Ojalá II (1973), armado por Susan Carol Holland, poniendo de manifiesto una vez más su dominio del campo de regatas de Mahón incluso en las situaciones más complejas. El Argos ya viene de ganar la Illes Balears Clàssics del Club de Mar.

En Espíritu de Tradición, el Calima (1970), patroneado por Pachi Rivero, una de las grandes referencias de la vela oceánica española, busca también agrandar su leyenda en la Copa del Rey Repsol del Marítimo de Mahón, regata que se ha adjudicado en nada menos que 14 ocasiones. Ayer ganó la regata con algo más de tres minutos y medio sobre el Happy Forever, del armador y patrón Christian Oldendorff, que ha sido el más rápido en tiempo real. La tercera plaza provisional ha sido para el Legolas, de Jens Ricke.

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