Catalán hasta para trabajar de aparcacoches municipal en el Ayuntamiento de Palma y salario mileurista
Catalán hasta para trabajar de aparcacoches en el Ayuntamiento de Palma y por menos de 1.000 euros al mes, tal y como figura en las bases de la convocatoria para ocupar estas plazas en la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) que dirige el concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau, que el año pasado cerró sus cuentas con un superávit de 3,7 millones y mantiene en el banco un saldo financiero favorable de más de 9 millones de euros.
No parece que de ese montante de millones se vayan a beneficiar los integrantes de la nueva bolsa de agentes de aparcamientos, creada y ya cerrada por el concejal socialista, que pagará a estos empleados municipales sueldos de pobreza en la ciudad con la vivienda más cara de España ya sea de compra o alquiler, y con el añadido de que los admitidos tenían que disponer del certificado A2 de catalán, de comprensión oral y escrita en esta lengua para acceder a este trabajo.
Pese al escaso sueldo trabajo no les faltará ya que entre las funciones que tendrán que desempeñar los aparcacoches en los aparcamientos municipales, además de ordenar y situar los vehículos en el interior de los mismos, siempre que se demande, figura también, la recogida, valoración y cobro de tiques, el cobro de servicios varios, la verificación y el control de caja y cajeros automáticos, la práctica de liquidaciones y cuadres dinerarios, la entrega, custodia e ingreso de las recaudaciones y efectos de todo tipo, la venta de productos o servicios de empresa y el cobro de recibos.
También deberán las nueve personas seleccionadas que forman parte ya de esta bolsa de futuros guardacoches de la SMAP, atender a los clientes del establecimiento que demanden información en relación con los productos o servicios que tenga la empresa a disposición del público en general, informar de sus condiciones y precios, tomar nota de encargos y trasladarlo a su superior jerárquico, además de atender las llamadas telefónicas del establecimiento.
Naturalmente también deberán de ordenar y situar los coches en el interior del aparcamiento, siempre que las especificaciones del centro así lo demanden, utilizando herramientas, maquinarias, ordenadores y demás aparatos que la empresa ponga a su disposición, controlando y supervisando la realización de las funciones o tareas que la empresa decida contratar externamente.
Y si le queda tiempo al empleado municipal en cuestión, también deberá de tener en perfecto estado de revista las instalaciones y su mantenimiento para la adecuada utilización por el público, efectuando su limpieza, la puesta en servicio o cierre de motores, cuadros eléctricos, instalaciones de alumbrado, ascensores, cajeros y demás aparatos electrónicos, así como su primario mantenimiento, engrase, pintura básica, limpieza de rejillas, sumideros, papeleras.
Todo ello por un salario bruto de 15.000 euros anuales «pagas incluidas», tal y como se especifica en las bases de esta bolsa de trabajadores municipales. Los elegidos serán, sin duda, los peores pagados de esta compañía municipal que bajo dirección socialista durante estos siete años no ha construido ni una sola plaza de aparcamientos, pese a los pingües beneficios obtenidos y con el agravante de que Palma tiene un déficit reconocido por el propio Ayuntamiento de 16.000 estacionamientos.
El sueldo de estos aparcacoches está 7.000 euros por debajo, por ejemplo, de los 22.000 euros anuales que cobran los oficiales del servicio público de bicicletas, Bicipalma, dedicados a repartir y arreglar estos vehículos por las diferentes estaciones de este servicio municipal.