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El Govern de Armengol exige catalán para ser cocinero de un hospital pero no experiencia en los fogones

Exige como requisito titulación avanzada en lengua catalana (B2) y sólo valora como mérito el tiempo trabajado como pinche

La convocatoria es para cubrir una plaza vacante en el Hospital público Mateo Orfila de Mahón

El Govern de Armengol expulsa a otros 1.150 auxiliares de la sanidad balear por no saber catalán

Armengol catalán cocinero
Interior de una cocina de un hospital público de Baleares.

Para ser cocinero en el Hospital público Mateo Orfila de Mahón (Menorca) que gestiona el Govern balear que preside la socialista Francina Armengol no se requiere tener experiencia y pericia al frente de los fogones, sino titulación avanzada de catalán, en concreto, el B2.

Es el principal de los requisitos que se exigen en la convocatoria hecha pública por la dirección del centro hospitalario adscrito a la Conselleria de Salud presidida por la socialista Patricia Gómez para la cobertura de una plaza vacante en los servicios de cocinero a la que podrán optar los empleados laborales del hospital.

Es una promoción interna temporal a la que podrá concurrir el personal estatutario fijo del Servicio de Salud de Baleares y donde, curiosamente, no se exige como requisito experiencia alguna en la materia y sólo se contempla como mérito (0,105 puntos) en las baremaciones el tiempo trabajado como pinche o ayudante de cocina. Así lo especifica la convocatoria de la plaza de cocinero publicada en el Boletín Oficial de las Islas Baleares con fecha 26 de mayo.

Los requisitos para optar a la plaza en este centro público hospitalario pasa por disponer del título de Bachiller, o haber superado las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años, y presentar el certificado pertinente de catalán reconocido por la Dirección General de Política Lingüística, con la independentista Beatriu Defior (Més per Mallorca) al frente.

Nada de cocinero titulado, ni experiencia en la materia como requisito, sino catalán, y en el apartado de méritos a valorar, además del citado tiempo trabajado como pinche (en último lugar en la baremación) los meses de  servicio prestado en instituciones sanitarias públicas, la formación académica en general, y eso sí, hasta seis puntos adicionales por los tres grados superiores de titulaciones en catalán al B2: cinco puntos por el C1, cuatro por el C2 y uno por certificado de lenguaje administrativo en esta lengua.

La oferta laboral lleva el sello indiscutible de la consellera Gómez, que exige las titulaciones de catalán a todo el que opta a un trabajo público en Baleares, pero lo hace a su conveniencia, prescindiendo del mismo cuando se ve apurada para ocupar determinadas plazas consideradas imprescindibles. Las excepciones afectan preferentemente a los médicos especialistas y a los enfermeros, no a los cocineros.

La noticia se conoce días después de que el Govern balear de izquierdas haya expulsado a otros 1.150 aspirantes a ocupar una plaza de auxiliar precisamente por no haber presentado el título que certifica el conocimiento del catalán.

En una resolución del director general del IB-Salut, Juli Fuster, aparecen las listas de los admitidos y excluidos para formar parte del bolsín de interinos. Todos los excluidos del listado son por no haber acreditado que dominan el uso hablado y escrito del catalán.

El pasado 29 de septiembre OKBALEARES ya desveló que el Ejecutivo de Armengol había decidido excluir a 2.600 aspirantes a ocupar una plaza en los hospitales y centros de salud de Baleares por no tener acreditado el conocimiento del catalán. En aquella ocasión eran 12 enfermeras de Urgencias, 2.500 celadores y unos 40 trabajadores sociales e higienistas bucales.

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