Armengol exige a Prohens romper «todos los acuerdos con Vox» mientras el PSOE pacta con Puigdemont

Francina Armengol exige a Marga Prohens que «rompa todos los acuerdos con Vox» mientras el PSOE pacta con el fugado Puigdemont y ella continúa siendo presidenta del Congreso, gracias a los siete votos comprados por los socialistas a los golpistas catalanes a cambio de la Ley de Amnistía.

Con un sueldo anual de 214.444 euros y el retrovisor siempre puesto desde Madrid en Baleares para que en el PSIB nadie alce la voz, ni haya críticas internas a la pérdida casi absoluta de poder territorial, ni alternativa a la actual dirección, Armengol ha exigido a la presidenta del Govern, durante la tradicional cena de verano de la Federación Socialista de Mallorca, que «rompa todos los acuerdos con Vox» y facilite la salida del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne.

En concreto, la también secretaria general del PSIB-PSOE ha exigido  a la dirigente del PP balear que «rompa todos los acuerdos que mantiene con Vox en el Govern, en el Consell y en los ayuntamientos» y no sólo a nivel autonómico.

La velada celebrada en Muro, con más de 400 afiliados y simpatizantes, ha servido para pasar revista a los hechos políticos más relevantes del último año, un curso que ha culminado con el anuncio de la salida de Vox de los gobiernos autonómicos donde hacía pacto con el PP.

El portavoz municipal socialista en Muro, Martí Siquier, fue quien abrió el turno de intervenciones agradeciendo la presencia de todos los militantes y participantes en la cena de verano de la Federación Socialista de Mallorca.

En su arenga veraniega a la militancia, Armengol afirmó que lo sucedido entre PP y Vox  «demuestra el fracaso absoluto de los pactos con la extrema derecha. «Nosotros ya dijimos que el PP no podía abrir la puerta a la extrema derecha, por que han llevado inestabilidad a todas las instituciones».

Para Armengol, el PP de Prohens tiene que decidir «ahora mismo» acabar con las políticas de «regresión» que han impulsado durante el año de pacto con Vox en Baleares. En concreto, ha reclamado la paralización «inmediata» de los trámites de derogación de la Ley de Memoria Democrática y mantener la imposición del catalán en las aulas, eliminando el plan de libre elección de lengua, que los socialistas califican de  «segregación» lingüística en las aulas.

Estos son los dos objetivos centrales que se han marcado los socialistas, como quedó demostrado en la jornada de ayer viernes cuando tras romper PP y Vox su pacto de gobernabilidad, el portavoz del Grupo Parlamentario socialista Iago Negueruela, recriminó a la líder del Ejecutivo balear que diga que se mantendrán las políticas ejecutadas, entre ellas, «la segregación» lingüística en las aulas.

«No entendemos cómo puede decir esto cuando el curso no ha empezado y estaba en su programa electoral», indicó Negueruela que a renglón seguido hizo referencia a la derogación de la Ley de Memoria Democrática, propuesta por Vox, y sobre la cual Prohens «no se compromete a no derogarla».

Por su parte, la secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca, Catalina Cladera, tildó ayer en Muro la salida de Vox de los gobiernos autonómicos como una «buena noticia», pese a que, en su opinión, «Prohens no parece dispuesta a hacerla cumplir en Baleares».

Cladera apeló a la «fortaleza y al carácter de los socialistas para no desfallecer y demostrar una alternativa real ante la derecha desnortada». «Somos el bastión que gobierna o hace oposición bien hecha allí donde toca», dijo, si  bien el poder territorial del PSOE es prácticamente irrelevante desde la debacle electoral de 2023, dado que gobierna en once municipios de Baleares y sólo en dos de ellos en solitario: Santa Eugènia y Puigpunyent.

Pese a este panorama desolador en las Islas, en el PSOE balear nada ha cambiado después de un año en la oposición, y en los sillones de la dirección del partido se mantienen los mismos dirigentes que cosecharon la peor derrota electoral de los últimos 40 años con una secretaria general como Francina Armengol que a fecha de hoy, mantiene prietas las filas en el partido y sin un ápice de debate interno.