2-1. El Mallorca salta a los cuartos de final de la Copa del Rey
El equipo se sobrepuso a las bajas y superó al Espanyol en un partido soberbio
Kubo y Abdón marcaron los goles locales y el resultado nunca peligró a pesar del 2-1
Hacía diez años que el Mallorca no alcanzaba una ronda tan alta de esta competición
1×1: notable general en una tarde en la que todo el equipo estuvo a gran altura
El Mallorca regresa 10 años después a los cuartos de final de la Copa del Rey y lo hace por la puerta grande, sobreponiéndose a las bajas y eliminando a un Espanyol decepcionante que fue en todo momento inferior a los bermellones. Kubo y Abdón. Puado redujo diferencias pero en ningún momento peligró el resultado porque el equipo mantuvo siempre a raya a su rival.
En una tarde mágica en Son Moix Luis García Plaza demostró que hace milagros con lo poco que le dan. Sin fichajes a 15 de enero, con seis jugadores de los que hace dos años bajaron al Mallorca a Segunda, con un portero que hace nada estaba en Tercera, con un lateral izquierdo de casi 34 años jugando en la derecha porque no tiene nada más el entrenador madrileño saca petróleo de donde no hay. Su mérito es increíble.
El Mallorca supo ser lo suficientemente inteligente como para jugarle al Espanyol una primera parte casi perfecta en la que esperó con paciencia el momento idóneo para clavar las uñas mientras su rival, pese a jugar con dos delanteros, fue incapaz de darle trabajo a Leo Román, en el primer partido oficial del ibicenco en Son Moix.
A los 32 minutos, finalmente, el trabajo del equipo obtuvo la recompensa que había estado esperando. El central Sergi Gómez interrumpió con una falta el desmarque en ruptura de Amath y el golpe franco, escorado en la derecha y en apariencia con poco ángulo, lo ejecutó con maestría Take Kubo para salvar la barrera y la estirada de Diego López, que reaccionó tarde.
Ni siquiera el 1-0 hizo reaccionar a un Espanyol letárgico que ofreció la misma imagen que tantas veces repitió aquí Vicente Moreno cuando dirigía al Mallorca fuera de casa e iba perdiendo. Los periquitos se retiraron a los vestuarios sin haber disparado ni siquiera a puerta y sin dar indicios de que podían remontar el partido.
Consciente de que o daba un paso adelante o aquí se acababa su aventura en la Copa, el Espanyol salió con otro aire tras el descanso y en el primer minuto RDT soltó un derechazo desde fuera del área que se marchó desviado por poco. En los vestuarios Vicente Moreno había tocado la alineación por primera vez dando entrada a Melendo por un inédito Dimata.
El partido empezó a subir de decibelios y no tardaron en llegar más ocasiones. El albanés Keidi Bare llegó solo a la corona el área, pero tampoco acertó en el remate, y poco después Jaume Costa le puso a Amath un balón de gol que el senegalés envió a las manos de Diego López.
Se veía venir que habría más movimientos y así fue. A los 60 minutos Salva Sevilla botó de esquina y en el punto de penalty emergió Abdón por encima de los centrales del Espanyol para cabecear al fondo de la portería de Diego López. El estadio se volvió loco al ritmo de la carrera que emprendía el delantero de Artà para celebrar su gol. Un gol, por cierto, que con casi toda seguridad le garantiza su permanencia en la plantilla.
Lamentablemente el Mallorca pudo disfrutar poco tiempo del 2-0 porque ocho minutos más tarde, tras el saque de una falta, Puado recogió el balón en el área en solitario y remató cruzado a la red. Jaime Latre anuló el gol por un fuera de juego que pareció claro, pero el VAR demostró que Puado había salido desde atrás en posición correcta.
A pesar de lo corto del marcador el Mallorca no sufrió por el resultado porque supo mantener a raya a un Espanyol decepcionante en la línea de lo que suelen hacer los equipos de Vicente Moreno fuera de casa, por lo que al final se confirmó un espectacular 2-1 que coloca a los rojillos en cuartos de final de Copa.