Un hombre acusado por una inmigrante ilegal de secuestrarla y violarla, absuelto tras 4 años de infierno

Un hombre acusado de ser un maniaco sexual y de encerrar y violar a su pareja en un domicilio de Benalmádena (Málaga) ha sido absuelto después de cuatro años de infierno. La mujer, una inmigrante dominicana en situación irregular en España, le llevó ante la Justicia por presunto secuestro y abusos, pero la Audiencia de Málaga le ha exonerado de todos los cargos.

El tribunal ha desmontado los argumentos de la denunciante y duda incluso de que realmente fueran pareja. La sentencia señala que la mujer se contradijo en sus versiones y recalca que tenía una orden de deportación en vigor. Tampoco cree la teoría del secuestro, ya que tenía acceso en todo momento a un teléfono móvil y las llaves del domicilio colgaban de la puerta.

La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga no ve acreditados los hechos y absuelve al varón, de nacionalidad española, de los delitos de agresión sexual continuada, detención ilegal, maltrato habitual, lesiones y un delito leve de vejaciones injustas.

La historia se remonta años atrás. Tras conocerse ambos por internet, la mujer viajó desde su país a España en abril de 2018 para iniciar una relación. Un mes después, luego de una breve estancia en Madrid, se trasladó a Benalmádena para vivir con el procesado.

Según la versión de la mujer, detallada por ABC de Sevilla, apenas un día después de llegar al apartamento arrancó un episodio de celos y humillaciones. Acudió a la Policía para denunciar agresiones físicas, insultos («vete a tu país de miseria, zorra») y amenazas («prefiero ir a Extranjería antes de que te vayas»). Declaró que había sido encerrada en el apartamento bajo llave, desnuda, vejada, maltratada sistemáticamente y obligada a mantener relaciones sexuales.

La denunciante señaló que diez días después, cuando el acusado la acompañó al trabajo de su prima para que ambas tratasen asuntos personales, logró escapar. Fue llevada al hospital, donde se observó una erosión de un centímetro en su muñeca derecha. En el juicio no supo explicar el origen de la lesión.

El tribunal considera además que pudo eludir el presunto encierro domiciliario para trabajar como limpiadora en una casa, empleo que su pareja le ayudó a encontrar.

Finalmente, y tras cuatro años de procesos judiciales en los que se le impuso incluso una orden de alejamiento, el tribunal ha resuelto que la supuesta pesadilla resultó no ser tal y el hombre ha quedado en libertad.