Habla el socialista acusado de cobrar 46.750 € al mes sin moverse de casa: «Trabajé incansablemente»

El socialista Antonio Torres García, ex alcalde de Lebrija, ha señalado este miércoles en el juicio promovido contra él por cobrar un sueldo público de la Faffe sin ni siquiera acudir a su puesto de trabajo, que su desempeño fue «incansable» para la entidad tanto de modo telemático como presencial. Por ello, y pese a estar también acusado de tener un puesto a dedo en Faffe simplemente por ser socialista, ha pedido su absolución.

Antonio Torres García está acusado junto al ex director general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), Fernando Villén, de los delitos de prevaricación y malversación por su supuesta contratación «arbitraria» en la entidad pública andaluza. Este miércoles, Torres García tenía su última palabra en el juicio, celebrado en la Audiencia de Sevilla, y ha defendido que a la hora de incorporarse a la Faffe tras perder la Alcaldía de Lebrija en 2003 contaba con formación «en las universidades públicas de Sevilla y Complutense de Madrid y en centros privados de formación de directivos, de los más prestigiosos de España».

Así, tras considerar el fiscal del caso que la contratación de Torres García en la Faffe fue «ilegal» al no seguir los «principios de publicidad, igualdad, libre concurrencia, mérito o capacidad», el ex alcalde ha negado que careciese de «formación o aptitudes» y ha defendido su currículo y su incorporación a la fundación.

Mientras el fiscal del caso achaca a ambos acusados que Torres García cobrase una retribución total de 46.750 euros anuales cuando «ni iba» a las dependencias de la Faffe al carecer de un «puesto» efectivo, este inculpado ha alegado que consiguió para la Faffe «subvenciones económicas de los ministerios de Defensa e Interior y de la Fundación La Caixa, por un importe superior a los dos millones de euros». «O sea, que ayudé a incrementar el patrimonio de la Junta de Andalucía en vez de perjudicarlo», ha asegurado.

«Trabajo incansable»

Además, ha defendido que trabajó «incansablemente gestionando hasta 30 convenios de colaboración entre la Faffe y las más diversas entidades públicas y privadas, 26 de los cuales llegaron a ser suscritos», avisando el fiscal de su lado que no pesa huella documental de la participación del acusado en tales convenios.

El ex alcalde de Lebrija ha defendido además que en su trayectoria en la Faffe estuvo «combinando el trabajo telemático desde casa con el trabajo presencial en la sede de la fundación, como mínimo cada 15 días», así como con desplazamientos a las sedes de las entidades con las que según asegura negociaba los convenios, como el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Interior, Cartuja 93, la Federación Mujeres Progresistas, la Asociación de Jóvenes Empresarios o la Fundación Konecta, entre otras.

Así, el ex primer edil ha avisado de que la acusación que pesa en su contra deriva de «la falta de información sobre los hechos realmente acaecidos», solicitando al tribunal su absolución, justo antes de que el juicio quedase visto para sentencia.