Tribunales

El socialista que dilapidó en prostíbulos el dinero de los andaluces se enfrenta a 4 años más de cárcel

Fernando Villén está acusado de colocar en la Faffe al ex alcalde socialista de Lebrija (Sevilla)

Creó para él un cargo directivo en un departamento "inexistente", sin oficinas ni despachos, con un sueldo de 47.000 € al año

Fernando Villén
Fernando Villén, a la salida de la Audiencia de Sevilla. (Foto: EP)
David García de Lomana

Fernando Villén, el socialista condenado a seis años de prisión por dilapidar más de 32.000 euros en prostíbulos, se sentará de nuevo en el banquillo de la Audiencia de Sevilla, en esta ocasión por inventarse un puesto de trabajo para que el ex alcalde de Lebrija, Antonio Torres (PSOE), se llevara casi 500.000 euros sin moverse de casa. La Fiscalía Anticorrupción pide cuatro años de cárcel para el director de la Faffe por presuntos delitos de prevaricación administrativa y malversación, y dos años y medio para el ex regidor como «cooperador necesario».

Villén, recordemos, fue condenado por pagar una docena de fiestas en prostíbulos con tarjetas black de la Junta. El socialista, que entró en la Ejecutiva del PSOE-A en 2008, efectuó un total de 43 pagos para saciar su «afición descontrolada» por los clubes de alterne. Su puticlub de culto fue el Don Angelo, en Sevilla, donde se dejó más de 25.000 euros, 14.000 de ellos en sólo 48 horas.

Un año después de esta sentencia, la Sección Tercera de la Audiencia juzgará de nuevo a Villén a partir del día 26 por sus irregularidades en la gestión de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), tal y como ha adelantado Diario de Sevilla. Villén está acusado de colocar ilegalmente en la Faffe a Torres después de que éste perdiese la Alcaldía de Lebrija en las elecciones municipales de 2003, tras 24 años en el poder.

Para ello creó un «novedoso cargo directivo, inexistente en realidad», a fin de satisfacer las condiciones de «contratación indefinida y salario» solicitadas por el ex alcalde socialista, a pesar de que «carecía de formación y aptitudes para asumir funciones correspondientes a dicho nivel profesional», según destacó el juez de Instrucción nº 6 de Sevilla, José Ignacio Vilaplana.

Su contratación, «injusta y arbitraria», vulneró los principios de igualdad de oportunidades, mérito y capacidad, y se llevó a cabo únicamente por la «afinidad y vinculación personal y política» entre ambos. Ningún otro candidato concurrió al puesto.

47.000 € al año sin pisar el trabajo

Torres entró en la Faffe el 1 de julio de 2003 con un contrato temporal, pasando a indefinido el 1 de diciembre de 2004, ya como directivo, con una retribución total de 46.750 euros anuales. El ex alcalde de Lebrija permaneció dado de alta como empleado en la entidad hasta la extinción de ésta y su integración en mayo de 2011 en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE).

El organigrama administrativo de la Faffe «no contemplaba puesto directivo alguno» al que Torres pudiera acceder, por lo que Villén creó uno «ad hoc que denominó Dirección de Relaciones Externas». Según el auto del juez, este departamento era «inexistente» y carecía de «estructura, funciones y contenido efectivo», por lo que no tenía «sede física ni oficinas ni despachos ni personal adscrito».

Según el juez de instrucción, Torres «ni tan siquiera acudía a la sede de la fundación ni desempeñaba trabajo alguno», siendo un completo «desconocido» para otros trabajadores y directivos. Sí que «se procuró tarjetas de visita o presentación», de forma que «la escasa actividad realizada, limitada a puntuales contactos con algún político o autoridad», la llevó a cabo «siempre» desde su domicilio y «con medios propios», utilizando su ordenador y una «cuenta de correo electrónico genérica».

Así las cosas, «con la aceptación y beneplácito» de Villén, Torres pasó de cobrar durante 24 años un sueldo público como alcalde a ocupar un puesto de trabajo «inexistente» por el que percibió 491.203,03 euros. Todo sin mover un dedo ni salir de casa.

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