El Gobierno ve una «situación de normalidad» en Almería pese a la llegada de 4.000 inmigrantes este año
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha indicado este viernes que la situación que vive Almería el presente año por la oleada de pateras que asolan sus costas es más bien de «normalidad». Pero el problema es evidente: hasta el 6 de agosto llegaron a la provincia más de 3.500 inmigrantes ilegales, casi el doble (1.900) que en las mimas fechas de 2022, según datos de Cruz Roja. La cifra roza ya los 4.000 a mediados de septiembre.
No obstante, desde el Gobierno central quitan hierro a la situación ignorando las alertas lanzadas por varios alcaldes almerienses y las advertencias que llegan semanalmente desde la Guardia Civil. Fernández no ve ningún «colapso», pero desde El Ejido piden un «incremento de la seguridad» para hacer frente a una llegada masiva de pateras que ha desatado la «alarma social» entre los vecinos. Desde la localidad costera de Adra, una de las más azotadas este verano por la inmigración ilegal, denuncian que los servicios de vigilancia están «saturados».
A pesar de ello, el delegado del Gobierno en Andalucía celebra que «la atención que se está prestando y la buena organización permite que no haya situaciones ni de colapso ni situaciones indignas con respecto al trato a los inmigrantes». El hecho de que se produzca «un mayor o menor» número de llegadas va «en función de que cómo esté el tiempo o el estado de la mar», ha añadido.
Respecto a las críticas de los sindicatos policiales, que exigen «más medios materiales y humanos» para encarar el aluvión de pateras en la provincia almeriense, Fernández también ha optado por lanzar balones fuera. El Gobierno, apunta, «está mejorando permanentemente los sistemas» para la «persecución» de las mafias dedicadas al tráfico ilegal de personas, que empiezan a utilizar ya narcolanchas para este fin, mucho más rápidas que las pateras.
En esta línea, en una reciente entrevista a OKDIARIO Andalucía, desde Jucil -sindicato mayoritario de la Guardia Civil- denunciaban que Almería se ha convertido en un auténtico «coladero» de inmigrantes ilegales, cada vez más peligrosos. «Argelia ha abierto la mano. En el CATE del puerto de Almería, gran parte de los inmigrantes que llegan son probablemente salidos de cárceles argelinas. Llegan con cicatrices, con un comportamiento carcelario y desafiándonos constantemente», detallan. A mediados del pasado mes de agosto, un grupo de inmigrantes se amotinó en una embarcación de Salvamento Marítimo con el fin de intentar acceder a la cabina de mando y controlar la nave.
Además, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Almería denunciaba días atrás que la situación en el litoral provincial se ha tornado «inasumible». «Estamos desbordados, pedimos auxilio, necesitamos apoyo militar y humanitario», reclamaban en declaraciones a Europa Press. Y es que mientras las mafias mejoran su infraestructura, los medios del Instituto Armado «están para un museo», advertían.
Pese a todo, desde el Gobierno de Sánchez insisten en que el flujo de inmigrantes ilegales hacia Almería está controlado y «en situación de normalidad».