Brutal paliza de un grupo de inmigrantes africanos a una mujer agente de la Guardia Civil en Lepe
Agentes de la Guardia Civil en Lepe sufrieron el pasado 4 de noviembre una brutal agresión a manos de un grupo de inmigrantes africanos (de Guinea y Senegal). Concretamente, fue una mujer, agente en prácticas, quien se llevó la peor parte al ser agredida por uno de los detenidos en el interior del vehículo que le trasladaba a dependencias policiales. Tal fue la brutalidad de la agresión, que la agente tuvo que ser traslada a un centro médico para tratarle diversas contusiones de gravedad.
El pasado viernes, 04 de noviembre, se alertó a patrullas en servicio sobre una pelea entre varias personas de origen extranjero y con el empleo de armas blancas, en un poblado chabolista de la localidad de Lepe (Huelva). Tras personarse varios efectivos, consiguieron detener a uno de los implicados, que portaba un arma blanca y que fue trasladado por la Policía Local, ya que los agentes de la Benemérita no contaban con vehículo dotado con mampara, (con separaciones para el traslado de detenidos), tal y como aseguran a OKDIARIO Andalucía desde el sindicato Independientes de la Guardia Civil (IGC).
Durante la pelea, otro de los implicado, agredió a un agente con un tablón de grandes dimensiones. Entre varios compañeros se consiguió reducir y detener a esta otra persona, teniendo que trasladarlo en el vehículo policial de la Guardia Civil pese a que carecía del sistema de separación (mamparas). «Estas situaciones suelen ser habituales en el tiempo, puesto que hablamos de una zona problemática y proclive a generar conflictos», explican los agentes.
Durante el traslado, en el interior del vehículo policial, el inmigrante comenzó a propinar varios golpes a la agente, que viajaba justo al lado de él. La agresión fue tan «brutal» que ella «necesitó ser trasladada a un centro médico para que fuera tratada de diversas contusiones en rostro y cuerpo, junto con el compañero que también necesitó asistencia médica tras las heridas causadas en el forcejeo, causando ambos baja para el servicio a consecuencia de tales lesiones».
Marlaska les deja sin medios
Como ya denunció hace un año IGC, la falta de vehículos mampara (para el correcto traslado de detenidos), deja totalmente expuestos a los agentes a la hora de practicarlo, poniendo en grave riesgo a los efectivos, ya que uno de los dos componentes de la patrulla debe permanecer en los asientos traseros junto al detenido, mientras el otro conduce, situación que consideramos de grave riesgo, en caso de que el detenido se ponga agresivo.
Además de esto, se corre el riesgo de producir un accidente de tráfico, causando graves consecuencias ya no solo para los agentes sino para terceras personas y usuarios.»Denunciamos igualmente el abandono en medios materiales, vehículos incapacitados, algunos con más de 500.000 km. y más 15 años de antigüedad que siguen circulando», exponen.
«Desde nuestra asociación aprovechamos, nuevamente, este lamentable episodio para exigir la renovación de la flota de vehículos del Cuerpo, especialmente la adquisición de aquellos con instalación del sistema de separación (“mampara”), que ahora resultan tan escasos y a la vez tan necesarios en el día a día de la labor policial», alegan.
Además, «solicitamos nuevamente la declaración de ‘Zona de Especial Singularidad’ (ZES), entre otras para las provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería así como Ceuta y Melilla, que vienen padeciendo el azote del narcotráfico y los movimientos migratorios masivos, para que sean consideradas como Comandancias con peculiaridades especiales y dotarlas de más y mejores medios, para poder así afrontar mucho mejor estos desafíos y seguir manteniendo un control adecuado de la seguridad ciudadana. De lo contrario observamos que cada vez y con mayor frecuencia suceden episodios tan tristes y desagradables como éste y sin medios acordes para hacer frente a ellos».
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