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‘Sálvese quien pueda’ (Parte 2): más de lo mismo pero peor (mucho peor)

'Sálvese quién pueda' (Parte 2).
'Sálvese quién pueda' (Parte 2).

Ya se ha estrenado en Netflix la segunda parte de Sálvese quien pueda, el docureality que tiene como protagonistas a los miembros más destacados del desaparecido Sálvame (Telecinco). Como titular sólo se puede decir una cosa: es más de lo mismo pero peor (mucho peor). Belén Esteban, Lydia Lozano, Kiko Matamoros, María Patiño, Kiko Hernández, Víctor Sandoval, Terelu Campos y Chelo García Cortés continúan su viaje por las Américas buscando trabajo tras ser despedidos de Mediaset y, en esta ocasión, intentan conquistar México. Y aunque la primera tanda de capítulos fue un éxito en la plataforma, en esta ocasión, la promoción ha sido prácticamente nula. ¿Por qué? Porque el producto no es bueno y eso se sabe.

Adiós Telecinco, hola Netflix

La historia es tan trágica como curiosa: Tras 14 años dominando no sólo las audiencias sino controlando la línea editorial de Mediaset España, el programa Sálvame echó el cierre el 23 de junio de 2023. Las razones, varias. La audiencia había caído, no sólo las del programa sino la de Telecinco en general. Tras la marcha de Paolo Vasile como Consejero Delegado de Mediaset España (y gran protector de La fábrica de la Tele, productora de Sálvame), la nueva directiva del grupo decidió cambiar de estrategia y derribar su gran buque insignia con el fin de darle un cambio de imagen a la marca.

Belén Esteban y Terelu Campos en 'Sálvese quien pueda'
Belén Esteban y Terelu Campos en ‘Sálvese quien pueda’

Fue muy poco tiempo después de que se anunciase el fin de Sálvame que se supo que Netflix quería adaptar el formato. ¿Cómo? Esa es la pregunta del millón. El magacín presentado por Jorge Javier Vázquez atesoraba su magia en el directo, en la improvisación, en la sorpresa. El nuevo reality de Netflix es aburrido y demasiado guionizado, traicionando así el espíritu naturalista del programa de Telecinco. Belén Esteban, Lydia Lozano, Kiko Matamoros, María Patiño, Kiko Hernández, Víctor Sandoval, Terelu Campos y Chelo García Cortés aparecen. ahora, como robots sin emociones auténticas.

Sálvese quien pueda se llama, para el resto del mundo Fame after Fame, es decir, Fama después de la fama. Como título es mucho mejor porque propone una tesis: cómo gestionar la pérdida de gloria. El problema es que, al final, el reality ni siquiera va de eso. Se centra únicamente en lo de siempre; ver a esa jauría machacándose entre sí.

Lydia Lozano es una de las protagonistas de Salvese quien pueda en Netflix
Lydia Lozano es una de las protagonistas de ‘Salvese quien pueda’ en Netflix

En Sálvame tenían la coartada de la información. Muchos iban de periodistas reputados y discutían de la actualidad que trascendía más allá del programa. Ahora sólo les queda ser lo que han sido siempre: personajes. En la primera parte del docureality (que se grabó de seguido durante tres semanas durante el  verano de 2023) que se estrenó en noviembre del 2023, ya vimos a los personajes intentando conseguir trabajo en la televisión latina de Miami. No hubo sorpresas: Se provocaron las lágrimas de Lydia Lozano y María Patiño y Belén Esteban fueron las únicas que se mostraron naturales y dieron show. A los Kikos (Hernández y Matamoros) los vimos como unos vagos y unos  segundones.

Desfase aburrido

La segunda parte del reality, estrenada el 1 de febrero de 2023, es más de lo mismo. Esta idea de subdividir los productos de Netflix (que viene de la escasez de contenido debido a la huelga de guionistas y actores de Hollywood en 2023) no ha hecho sino deteriorar el formato. Ya no hay sorpresa ni ganas. Es más, la segunda parte de Sálvese quien pueda queda descaradamente anticuada por culpa de la actualidad. Por ejemplo, en el primer episodio de esta entrega aparece- como estrella invitada- Laura Bozzo, presentadora peruana que ha aparecido recientemente en Gran Hermano VIP. Cuando se rodó Sálvese quien pueda, esta mujer no era tan conocida en Espàña y, por lo tanto, no le dan, en la serie, el papel que merece. Verla ahora de ‘sujetavelas’ de Terelu Campos o de María Patiño parece ridículo.

Laura Bozzo.

Ver a los colaboradores de Sálvame en México no merece la pena. No hay casi nada destacable en esta segunda parte de la serie a no ser que te guste ver a Belén Esteban angustiada por la comida picante o a María Patiño angustiada por ver un show de lucha libe. Spoiler: Los Kikos deberían devolver el dinero que han ganado por este documental; su papel es ridículo.

Quieren meter como novedad la presencia de Germán González, un redactor de Sálvame que, en sus últimos meses, se sumó como semi colaborador. Él reaparece como parte del equipo pero su papel es tan forzado que no merece ni una mención (una pena porque el chico, realmente, es muy bueno dando espectáculo). Igual de torpe son las escenas que impone el guion, como aquellas en las que los protagonistas se someten a las costumbres mexicanas. Un recital de tópicos racistas (esa ‘curación’ indígena del segundo episodio es ridícula) que no lleva a ninguna parte.  En fin., una pérdida de tiempo que no merece ni un meme.

Germán González.

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