Los ‘pedristas’ dispuestos a acudir a los tribunales para que se convoque ya un Congreso

La campaña de recogida de firmas de la militancia impulsada por el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, para que se convoque cuanto antes un Congreso extraordinario con primarias ha añadido aún más incertidumbre a la situación que atraviesa el PSOE.

Según ha podido saber OKDIARIO, la campaña podría culminar este mismo viernes su objetivo de conseguir la mitad más uno del respaldo de los militantes, esto es, 93.720 firmas de acuerdo a los datos del censo facilitados desde Ferraz. A día de hoy, esas firmas suman 69.832, pero, como avanza el propio Rodríguez,  el apoyo de última hora de Izquierda Socialista les permitiría, según sus cálculos, sobrepasar la cifra requerida. José Antonio Pérez Tapias, en su día rival de Sánchez en las primarias a la secretaría general, firmará este viernes la petición.

La intención de la campaña es, en primer lugar, evidenciar que la gestora, que preside Javier Fernández, está deslegitimada y que se excede en sus competencias. Según se explica en un escrito que el regidor ha presentado este mismo jueves en Ferraz, y al que ha tenido acceso OKDIARIO, la actual dirección provisional «se viene arrogando competencias que únicamente están atribuidas normativamente» a una ejecutiva federal «elegida conforme al procedimiento estatutario” y “se encontraría ejerciendo las labores ejecutivas del PSOE de forma provisional”.

Por ello, se considera que este órgano debería limitarse a la “tramitación de asuntos ordinarios”, y únicamente “hasta ser sustituido por una Comisión Ejecutiva Federal elegida legítimamente en un congreso federal”. Así, se insta a que se convoque “sin dilación” este cónclave que servirá para la elección de un nuevo secretario general y una nueva Ejecutiva.

El artículo 34.2 de los estatutos federales establecen que un congreso federal extraordinario «podrá ser convocado por el comité federal o la comisión ejecutiva «y preceptivamente cuando lo pidan la mitad más uno de los militantes». «El órgano convocante determinará la fecha y lugar de su reunión así como los puntos del orden del día», recoge la normativa.

El problema es qué plazos se consideran “extraordinarios” o urgentes y también, que esas normas internas dejan en manos del Comité o la dirección su convocatoria. Los promotores urgen a que ese congreso se convoque en las dos próximas semanas y advierten de que la “dilación indebida”supondría un «claro fraude de ley y abuso de derecho». Por ello, están dispuestos a acudir a los tribunales para que un juez determine sobre la convocatoria inmediata.

Los Estatutos no obligan a la consulta

Los propios firmantes asumen, no obstante, las limitaciones. Por ejemplo, la recogida de firmas no fuerza a la dirección a consultar a las bases la postura en una eventual investidura de Mariano Rajoy, una salida a la que en su día recurrió Pedro Sánchez para validar sus negociaciones con Podemos tras ser cuestionado por los barones.

Pese a ello, desde sectores afines con el dimitido secretario general se alimenta la idea de someter a consulta la posible abstención, como evidencian varias campañas en las redes sociales bajo los hashtag #noesno, #yoconpedro o #militantesenpie.

La falta de amparo normativo y los tiempos ajustadísimos- el resultado habría de ser ratificado en un Comité Federal- hacen que incluso entre los propios ‘pedristas’ se asuma la decepción ante el hecho de que se trata de una opción irreal.

Más allá de una obligación «estatutaria», los críticos con la actual gestora creen que existe otra «moral» y que, tras presentar estas firmas, este órgano se vería obligado a disolverse de inmediato, lo que dejaría al partido en una situación muy compleja, a apenas dos semanas de la votación de investidura.

El otro handicap es el calendario ‘exprés’-con un Comité Federal, previsiblemente el próximo domingo 23, una nueva ronda de consultas convocada por el Rey para los días 24 y 25 y una votación de investidura, el 29 o 30- que hace que los propios firmantes admitan la dificultad de evitar que Rajoy salga investido.

Entre ellos figuran varios miembros del PSC-el propio Miquel Iceta se ha comprometido a apoyarla una vez pasadas las primarias que el partido celebre este sábado- y hasta 500 alcaldes socialistas. «Es una revolución municipalista. Los alcaldes tienen un problema, y es que tienen que estar cercanos a los militantes. Y los militantes en estos momentos no están de acuerdo con poner la alfombra roja al PP», dijo Rodríguez, este jueves en Ferraz.