Espectacular victoria de Rajoy y espectacular gatillazo de Iglesias
El presidente en funciones Mariano Rajoy sale reforzado de las elecciones generales del 26J, en las que ha fracasado rotundamente la operación sorpasso impulsada por el líder de Podemos Pablo Iglesias.
El socialista Pedro Sánchez logra salvar los muebles (aunque ha perdido cinco escaños), mientras Ciudadanos pierde ocho diputados y se queda con 32. A Albert Rivera le ha pasado factura en las urnas su alianza con el PSOE. La estrategia del miedo puesta en marcha por Rajoy frente a Unidos Podemos ha permitido a los populares ganar 14 escaños y situarse en 137.
Aún así, en un escenario sin mayorías absolutas, la gobernabilidad queda en manos de los distintos pactos entre partidos. Pero un reforzado Mariano Rajoy puede reivindicar ahora, con un mayor respaldo popular, que se permita gobernar a la fuerza más votada.
El fracaso de la estrategia de Iglesias
El gran perdedor de la noche es Pablo Iglesias, quien forzó la celebración de elecciones anticipadas al negar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. La coalición Unidos Podemos se queda estancada en 71 escaños, los mismos que sumaron el pasado 20 de diciembre Podemos (69) e IU (2) por separado. La alianza entre ambos partidos debía traducirse en un crecimiento de más de una docena de votos y los podemitas estaban convencidos de dar el sorpasso al PSOE. Así lo anunciaban casi todas las encuestas.
Y sin embargo, la coalición ha perdido 1,1 millones de votos respecto a los que obtuvieron por separado Podemos e IU hace seis meses. Por ello, el resultado ha sido un auténtico jarro de agua fría para Iglesias, quien no ha ocultado su decepción al comparecer en rueda de prensa junto a Íñigo Errejón y Alberto Garzón.
Por su parte, el PP ha crecido en 670.000 votos hasta situarse en 7,7 millones de papeletas. Esto le ha permitido crecer desde los 123 escaños obtenidos en diciembre hasta los 137. Mientras tanto, Ciudadanos ha perdido 392.000 votos.
El PP ‘roba’ 400.000 votos a C’s
Algo que demostraría que la estrategia del miedo frente a Unidos Podemos ha provocado un trasvase de votos desde Ciudadanos al PP, que ha sido decisivo para el resultado final. De este modo, el partido de Albert Rivera ha caído desde los 40 a los 32 escaños.
Y una sensación agridulce para el socialista Pedro Sánchez, quien hace seis meses presumió de haber obtenido un «resultado histórico», cuando obtuvo el peor resultado en la historia del PSOE. Tras haberse sometido sin éxito a la sesión de investidura, Sánchez pierde ahora cinco escaños y se queda con 85, empeorando la marca de diciembre.
Pero en su rueda de prensa ha presumido de que el PSOE sigue siendo «la fuerza más votada de la izquierda». El gran triunfo de Pedro Sánchez ha sido evitar el sorpasso de Unidos Podemos, que amenazaba con arrebatarle la hegemonía de la izquierda.
Pedro Sánchez tiene otro motivo para atrincherarse en Ferraz: el PSOE ha perdido 200.000 votos, la mitad de ellos en Andalucía, donde el PP se convierte en la fuerza más votada con 23 escaños frente a los 20 obtenidos por los socialistas. No es una buena noticia para la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
Madrid da la espalda a Podemos
En la Comunidad de Madrid, donde Sánchez se presentaba como candidato a la Presidencia del Gobierno, no logra despegar y se mantiene como la tercera opción más votada, aunque sube de seis a siete escaños. En esta circunscripción el PP sube de 13 a 15 escaños al ganar casi 100.000 votos, mientras Ciudadanos pierde 70.000 y se queda con seis diputados.
Lo ocurrido en Madrid ilustra el fracaso de la estrategia de Pablo Iglesias. En los comicios de diciembre, Podemos e Izquierda Unida sumaron 10 escaños y 940.000 votos. Ahora, tras su alianza, pierden 200.000 votos y se quedan con ocho escaños: los mismos que tenía Podemos en solitario.
La franquicia En Comú Podem se mantiene como la primera fuerza política en Cataluña, con 12 escaños, pero pierde más de 80.000 votos. Le siguen los independentistas de ERC con nueve diputados, seguidos por los convergentes de CDC, que pierden más de 80.000 votos pero conservan sus ocho escaños. El PSC (7) cede un diputado al PP (6), mientras que Ciudadanos se queda como sexta opción con seis escaños.