La tensión no resuelta entre los jóvenes y el vino
El consumo de vino en España no pasa por su mejor momento. A pesar de que España es el país con la mayor superficie de viñedos del mundo, su consumo cae en picado. Hace 30 años se tomaban 70 litros por habitante y año. En 1999, 34. En la actualidad la cifra es de 17 litros. Muy poco comparado con otros grandes países productores como Francia e Italia, con 48 y 37 litros respectivamente.
Son muchas y variadas las causas que están provocando estas cifras. Pero lo que es seguro es que el futuro del vino pasa por los jóvenes. Y el panorama es desolador.
Jorge Herrero, de la Universidad Politécnica de Valencia, ha realizado un estudio sobre el consumo de vino entre personas de 18 y 28 años. Fue realizado en la Comunidad Valenciana, pero sus conclusiones son extrapolables al resto de España.
Y estos son los datos: el 39% no bebe vino nunca. Tan solo un 6% lo toma una vez a la semana. Su rival más cercano, la cerveza, es consumida por el 33% al menos una vez a la semana.
¿Qué opinan del vino los jóvenes?
Principalmente, que es una bebida muy tradicional. También que el mundo de los vinos es complicado, y que hay que saber de esta bebida para degustarlo. Por esta razón encuentran el blanco más fácil de tomar: “al menos no hay que saber de vinos para pedirlo”.
En definitiva, suelen reservar el vino para citas románticas o como regalo ante una invitación.
¿Por qué no toman vino los jóvenes?
Una de las principales razones es precisamente, el cambio que ha sufrido en cómo se inician en este mundo. Porque en la gran mayoría de los casos, dicha iniciación se produce gracias a la familia. Muchos recordamos a nuestros padres comiendo o cenando con un vaso de vino. Actualmente, son pocos los hogares que tienen presente esta bebida en el día a día. Así que cada vez se introducen –o retrasan su iniciación– menos jóvenes en el vino.
Son muchos los expertos consultados que opinan que la principal razón por la que el vino tiene poco éxito entre los jóvenes es por la imagen que proyecta. Siempre se ha tratado de una bebida ‘seria’. No hay más que fijarse en los diseños de las etiquetas y botellas. Por suerte el marketing está cambiando y la imagen del vino se está transformando, acercándose a las nuevas generaciones. Como muestra, puedes ver aquí cómo ha evolucionado el diseño de etiquetas.
Pero para los que han estudiado el mercado, hay aún más razones que explican el bajo consumo:
– No hay muchos locales que inviten a beber vino. Los pubs o bares nocturnos no suelen servir esta bebida.
– El cierre de la botella: una apertura más informal contribuiría a que los jóvenes presten más atención.
– El tipo de envase: en el 95% de los casos encontramos el vino en botellas de 750 ml. Sugieren los expertos en marketing comercializarlo en botellas con menor capacidad, como 33 o 50 cl.
– Cartas de vinos más estructuradas y con más información, para que el que no sea un conocedor tenga más facilidad en elegir.
– Se necesita llegar más a los jóvenes a través de las redes sociales, internet, blogs y locales de ocio.
¿Cuál es la competencia del vino?
Las bebidas gaseosas y la cerveza. Y contra estos gigantes, poco hay que hacer. Coca-cola y Pepsi se encuentran entre los 10 mayores anunciantes a nivel mundial. El sector de la cerveza invierte tres veces más en publicidad que el vino; en el caso de la televisión, la diferencia es aún mayor.
No podemos negar España es muy cervecera y además han proliferado las cervezas de autor o artesanales.
La cerveza hace una publicidad masiva, mientras que el vino, está más enfocado a determinados sectores y públicos. Por ejemplo, revistas impresas. ¿Existen campañas de vino enfocadas a los jóvenes? ¿Cuánta publicidad de vinos recuerdas en contraposición con la de la cerveza (Estrella Galicia, Heineken, etc.)?
Como nota anecdótica, hay grupos de deportistas que se reúnen para correr y después tomar unas cervezas, como los beerrunners. ¡Pero no hay ninguno de vinos!
Las bodegas, para acercarse a la juventud, están creando vinos más frescos, con más fruta y menos madera. También se están haciendo esfuerzos en marketing y comunicación, como la organización de eventos del tipo ‘enofestival’. Esperemos que estas medidas vayan dando sus frutos.