El primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, una enfermedad respiratoria crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según datos recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma afecta a más de 339 millones de personas en todo el mundo, y se estima que esta cifra podría aumentar a 400 millones para el año 2025 si las tendencias actuales persisten. Este día, coordinado por la Iniciativa Global para el Asma (GINA), quiere hacer llegar a los ciudadanos su lema de este año: “La educación sobre el asma empodera”.
Cuatro años después de que un coronavirus provocara una emergencia global, los científicos han desarrollado ya una nueva tecnología de vacunas que, según han demostrado en ratones, protege contra una amplia gama de coronavirus con potencial para futuros brotes de la enfermedad, incluidos algunos que ni siquiera conocemos aún.
La celiaquía ha sido tradicionalmente definida como una intolerancia al gluten permanente; sin embargo, esta definición ya no se utiliza porque no se corresponde con la realidad. Actualmente, se define como un trastorno sistémico de base inmunológica, causado por la ingesta de gluten y otras proteínas afines, que afecta a individuos predispuestos genéticamente, tal y como apunta el nuevo Protocolo de Diagnóstico Precoz de Enfermedad Celiaca publicado por el Ministerio de Sanidad de España en mayo de 2018.
Investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos) han abierto una nueva vía en el ataque contra los virus de la influenza al crear una vacuna que estimula al sistema inmunológico a atacar una porción de la superficie del virus que es menos variable.
Sibilia Quilici, de la organización Vaccines Europe, acaba de recordar en una reunión internacional con medios de comunicación que cada euro invertido en inmunización supone un ahorro de enfermedades y sufrimiento para los pacientes, y también genera un retorno financiero de 4 euros en términos de ahorro para el sistema de salud.
¿No eres capaz de recordar ningún número de teléfono ni cumpleaños sin recurrir al móvil? ¿Se te suele olvidar en qué estabas pensando hace pocos segundos? Son consecuencias frecuentes de nuestra dependencia de los dispositivos conectados, que puede agravarse hasta el punto de constituir lo que se denomina "demencia digital". No es una enfermedad como tal, sino un conjunto de síntomas que pueden parecerse a los que se manifiestan como signos iniciales de demencia (de ahí el nombre).