Río de Janeiro más allá de los Juegos Olímpicos

Esta semana comienzan los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Habrá lectores y viajeros que tengan la oportunidad de animar a los deportistas. Pero no todo en Río va a ser deporte. Una vez allí, hay tiempo para ver una de las ciudades más hermosas y turísticas del mundo. Ni que decir tiene que hay visitas obligadas y archiconocidas. A saber: teleférico en el Pan de Azúcar, el cristo del Corcovado, las playas maravillosas de Copacabana e Ipanema, etc.
Mucho por ver en Río de Janeiro
Pero más allá de estas obviedades que se encuentran en el manual de cualquier turista, hay otras muchas cosas que se pueden disfrutar gratis:
- El Morro de Urca, que está al lado de Pan de Azúcar. Se puede subir solo por un sendero de barro con vegetación tropical. Cuando se llega a la cima las vistas de la ciudad son impresionantes.
- La puesta de sol desde Arpoador. Se trata de una formación rocosa situada entre las playas de Copacabana e Ipanema. Eso sí, son innumerables las personas que acuden a ver como el sol desaparece por el Atlántico.
- Disfrutar de un espectáculo en vivo llamado “roda da samba” en Pedra do Sal los lunes por la noche.
- El centro de Río tiene muchos atractivos pero quizá el que más llama la atención es el Mosteiro Sao Benito. Es una iglesia barroca y un monasterio y durante la misa del domingo los monjes entonan cantos gregorianos.
- Una propuesta para huir un poco del bullicio de los Juegos Olímpicos es hacer una visita a la península de Buzios. Se encuentra a unas 2 horas de Río de Janeiro. Esta ciudad cobró fama cuando en los años 60 la actriz Brigitte Bardot la tuviera como destino favorito.
De Río de Janeiro a Buzios
Entrando de lleno en Buzios, cuenta con unas veinte playas diferentes. Su variada geografía hace que cada playa sea distinta: de aguas tranquilas, de fuertes olas, franjas de arena cortas y largas, de roca, de vegetación, con paisajes semidesérticos, otras llenas de bares divertidos, para amantes del buceo o del surf… Un sitio perfecto para relajarse con aguas claras para la práctica de deportes.
A parte de sus playas, en Buzios hay diversidad gastronómica variada y sofisticada. La vida nocturna es muy animada con espectáculos, clubes nocturnos, etc. Quizás el que la visite olvide que ha de volver a Río de Janeiro a animar a los deportistas.