No Man’s Fort, la fortaleza reconvertida en hotel que te sorprenderá
Los hoteles pueden definirse como esos edificios en los que todo cliente busca su remanso de paz y tranquilidad. Unos alojamientos alejados del estrés en los que poder descansar mientras disfrutas de todas las ventajas de un servicio completo en el que el confort es la más fundamental de las metas. Podemos encontrar hoteles de todo tipo: temáticos, naturales, rurales, estrafalarios. El abanico es muy amplio para un negocio cada vez más especializado tiene un objetivo común: sorprender al cliente. Por eso te mostramos el No Man’s Fort, un hotel que se encuentra localizado en una antigua fortaleza británica situada en medio del océano. Más peculiar imposible.
Una fortaleza de lujo
Si nos trasladamos hasta Solent, un pequeño pueblo a un kilómetro de Porstmouth y dirigimos nuestra vista hasta la inmensidad del océano, podremos encontrarnos con uno de los hoteles más extraños del mundo. Estamos hablando del No Man’s Fort, un alojamiento situado en el interior de una antigua fortaleza que fue construida en 1880 para defender a los británicos de Napoleón III y sus temidos navíos.
Este edificio circular perteneciente a la época victoriana está situado a varios kilómetros de la costa. Un peculiar emplazamiento que fue renovado hasta convertirse en un auténtico hotel al que no le falta ningún. Jacuzzis, piscinas privadas, suites, restaurantes… el No Man’s Fort tiene todo lo necesario para pasar una escapada inolvidable en la que las vistas en 360º de la costa británica se presentan como uno de sus mayores atractivos.
Todas las comodidades
El No Man’s Fort cuenta con un total de 22 habitaciones en las que el estilo náutico es el protagonista. Anclas, velas e incluso laboriosos nudos de marinero forman parte de la decoración de un hotel en el que los lujos están a la orden del día. Destacan los tratamientos de agua salada natural, el spa multifunción y una más que peculiar sala de juegos en la que poder pasar un rato diferente.
Otra de las opciones más destacadas de este alojamiento flotante radica en la gran cantidad de actividades que están incorporadas en el programa del hotel. Un lugar en el que poder disfrutar de esquí acuático, cursos de vela, pesca marítima y hasta un pequeño campo de golf en el que pasar una mañana de relax. Si hablamos de comida, el restaurante del No Man’s Fort cuenta con un amplio abanico en el que las recetas tradicionales se enmarcan como el plato principal.