Ni Filipinas ni Costa Rica: la ciudad de España donde podrás nadar con tiburones

¿Sabías que hay una ciudad en España donde puedes nadar con tiburones? Sin lugar a dudas, es una de las experiencias más increíbles y emocionantes que puedes vivir, que seguro no olvidarás nunca. El ecoturismo de tiburones ha crecido de manera notable en los últimos años, atrayendo a miles de turistas a diferentes partes del mundo. Esta actividad beneficia tanto a los tiburones como a los ecosistemas en los que habitan, ya que fomenta la creación de reservas naturales y reduce la caza de estos animales. Países como Sudáfrica, Estados Unidos y Australia lideran el mercado, ofreciendo experiencias seguras con diversas especies, desde tiburones nodriza hasta grandes depredadores como el tiburón blanco, siempre bajo la supervisión de expertos.

Para garantizar la seguridad durante el buceo con tiburones, es esencial seguir ciertas precauciones, como bucear con operadores responsables y planificar cuidadosamente la inmersión. Los tiburones pueden ser imprevisibles, especialmente cuando se sienten amenazados, por lo que es crucial actuar con respeto y sensatez. Mantenerse en grupo, evitar movimientos bruscos y no alimentar a los tiburones son algunas de las recomendaciones clave. Observar el comportamiento del tiburón y de las demás criaturas marinas también puede prevenir incidentes. En definitiva, el respeto y la precaución son fundamentales para disfrutar de esta experiencia única de manera segura.

La experiencia de nadar con tiburones en esta ciudad de España

En el Cantábrico, cerca de Bermeo, Isaías Cruz y su equipo de Mako Pako ofrecen una experiencia única: nadar con tiburones azules. Los tiburones azules que se encuentran aquí suelen medir alrededor de metro y medio, aunque también se pueden ver ejemplares más pequeños y algunos que alcanzan los tres metros.

La experiencia, que dura aproximadamente seis horas, incluye la participación de un guía de buceo, un biólogo marino y un capitán de barco. Comienza en el puerto, con una hora dedicada a explicaciones de seguridad, seguida de 45 minutos de navegación hasta el punto de avistamiento, tres horas de interacción con los tiburones y una hora para el regreso.

Isaías, apasionado de los tiburones desde niño, encontró inspiración en Sudáfrica, donde vio actividades similares, tal y como recooge Uppers. Al regresar a Pamplona, comenzó a buscar tiburones en la costa vasca, enfrentando escepticismo en su centro de buceo. Sin embargo, después de varios intentos, encontró el lugar ideal en Bermeo, donde observó numerosos tiburones en una sola tarde.

Al principio, organizaba salidas sólo con amigos, pero la noticia de su éxito se fue extendiendo, y en 2019 decidió lanzar su proyecto de manera profesional. Aunque los comienzos fueron difíciles, estos le permitieron ganar experiencia y entender mejor el comportamiento de los tiburones. Hoy en día, la actividad está consolidada y cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar una experiencia inolvidable y sin incidentes.

La seguridad es prioritaria tanto para los participantes como para los tiburones, por lo que existen normas claras para evitar accidentes y proteger a los animales. Por ejemplo, se aconseja a los bañistas no hacer ruido al entrar al agua y mantenerse en la superficie para que los tiburones no los perciban como una amenaza. También es importante seguir una serie de indicaciones sobre la vestimenta: deben usar neoprenos y guantes negros, sin joyas ni accesorios visibles.

La experiencia atrae a una variedad de personas, desde buceadores profesionales hasta aquellos interesados en la vida marina y personas en busca de emociones fuertes. Isaías enfatiza la diferencia entre nadar con tiburones y nadar con delfines: los tiburones requieren respeto y distancia, a diferencia de los delfines, con los que se puede interactuar más de cerca. A veces, ambos animales coinciden en la misma zona, aunque la llegada de delfines suele hacer que los tiburones, especialmente los más pequeños, se alejen debido a la agresividad de los primeros.

Aunque la mayoría de los clientes llegan decididos a disfrutar de esta experiencia, algunos muestran temor, especialmente relacionado con el mar abierto y la profundidad. Isaías señala que la mejor época para nadar con tiburones en esta ciudad de España es entre la segunda quincena de julio y finales de septiembre, cuando los avistamientos son más frecuentes. Fuera de este periodo, todavía se pueden ver tiburones, pero es menos probable y requiere más tiempo. La actividad está diseñada para todos, tanto buceadores como no buceadores, ya que se realiza en esnórquel, permitiendo a cualquier persona curiosa disfrutar del mar y la vida marina.

En resumen, nadar con tiburones en el Cantábrico es una experiencia segura y emocionante, dirigida tanto a aventureros como a amantes de la naturaleza. Con una adecuada preparación y respeto hacia los animales, es posible disfrutar de un encuentro inolvidable con estos fascinantes depredadores marinos. Isaías recomienda a todos disfrutar de esta experiencia al menos una vez en la vida, especialmente durante la temporada alta, cuando las posibilidades de avistamiento son mayores.