Este santuario navarro está marcado por dragones y por el diablo: esconde una joya de la orfebrería europea
El mayor espacio protegido de España tiene una ruta facilísima
Las cuatro ciudades españolas con una muralla más grande que la de Ávila
El pueblo más infravalorado de Galicia, según National Geographic
Ni Mérida ni Zafra: el pueblo más infravalorado de Badajoz es Conjunto Histórico-Artístico desde 1966
El mayor espacio protegido de España oculta una de las rutas senderistas más sencillas de Andalucía

El norte de España es un territorio repleto de misterio y de lugares, que parecen sacados de una historia de fantasía medieval. Sin embargo, hay pocos lugares más majestuosos que el Santuario de San Miguel de Excelsis, en Navarra.
Ubicado en lo alto de la sierra de Aralar, no sólo es uno de los templos más antiguos del país, sino que está envuelto de leyendas y ha sido reconocido mundialmente por conservar una joya única del arte medieval europeo: un retablo de esmaltes del siglo XII.
Para visitarlo, deberás subir a lo alto de Aralar, pero es una excusa perfecta para redescubrir el norte de España y visitar un pueblo maravilloso como Huarte-Araquil.
El Santuario de Navarra marcado por las leyendas y por los dragones
Antes de visitar el Santuario, te recomendamos que eches un vistazo a las numerosas leyendas que rodean al templo. Sólo así vas a apreciar cada paso que des en tu recorrido.
Detrás de este monumental edificio se esconde una historia que parece sacada de una novela de fantasía. Todo comienza con Teodosio de Goñi, un caballero navarro del siglo VIII.
Este hombre, tras ser engañado por el diablo disfrazado de Basajaun, creyó que su esposa le había sido infiel y, cegado por los celos, mató a sus propios padres por error.
Atormentado por sus propios pecados, emprendió un largo camino de penitencia hasta que, en plena sierra de Aralar, fue atacado por un dragón, pero justo cuando parecía todo perdido invocó a San Miguel.
Por suerte, el patrono de la Iglesia apareció para derrotar al monstruo y liberar a Teodosio de sus cadenas. El caballero, agradecido, mandó construir en ese mismo lugar un santuario en honor al arcángel.
El secreto mejor guardado del Santuario de San Miguel es un retablo del siglo XII
La iglesia actual, de estilo románico, fue construida en el siglo XII, y ya de por sí es un templo que merece la pena visitar. Además, puedes llegar haciendo una pequeña ruta e incluso disfrutar de actividades deportivas.
No obstante, el motivo por el que muchos viajan hasta Navarra únicamente para visitar el Santuario de San Miguel de Aralar es un retablo de esmaltes.
Está compuesto por 39 placas que representan escenas bíblicas y figuras sagradas. De hecho, gracias a su riqueza técnica y cromática, el retablo está considerado una de las piezas más importantes de la orfebrería europea medieval.
Además, la pieza también guarda una historia increíble. Según algunos historiadores, este retablo fue un regalo del obispo Pedro de París (también conocido como Pedro de Artajona), y su conservación es excepcional.
¿Cómo visitar el santuario más impresionante de España?
Visitar el Santuario de San Miguel de Aralar es muy sencillo y el ambiente es espectacular, ya que la gente de los pueblos cercanos siente una gran devoción.
De hecho, puedes ir todas las mañanas excepto los lunes, y por las tardes depende del momento del año. Por ejemplo, en los meses de abril, mayo y octubre ya permanece abierto hasta las siete de la tarde. Además, celebra misa los domingos.
El acceso es bastante sencillo. El principal se realiza desde la autovía A-15 Pamplona-San Sebastián tomando la salida de Lekunberri sur 123 si vienes desde la capital Navarra.
En caso de que realices el trayecto desde San Sebastián, deberás tomar Lekunberri norte 126. Justamente, desde el casco urbano de Lekunberri se gira hacia el sur para tomar la carretera NA-7510 que conduce al santuario.