Éste es el pueblo abandonado de España que tiene hasta su propia ‘muralla china’
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No obstante, el turismo de pueblos abandonados está ganando popularidad dentro de los viajes de interior, brindando una nueva oportunidad para que estos lugares recuperen su esplendor. Resulta sorprendente encontrarse con pequeños municipios que, a pesar de estar deshabitados, continúan atrayendo a miles de turistas cada año.
El pueblo abandonado más bonito de España
Granadilla, un pueblo abandonado ubicado en la provincia de Cáceres, es uno de los destinos turísticos más visitados de España, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
A pesar de su estado deshabitado, atrae a unos 50.000 turistas anualmente, convirtiéndose en un punto de interés notable en el mapa turístico español. Rodeado por la belleza natural de la región norte de Cáceres y en proximidad a Salamanca, Granadilla ha ganado popularidad entre aquellos que buscan explorar los rincones menos conocidos del país.
Aunque alguna vez fue un pueblo próspero, Granadilla quedó abandonada en la década de 1960 porque el gobierno expropió las tierras para la construcción del embalse de Gabriel y Galán. A pesar de este abandono forzado, el pueblo ha conservado su encanto histórico y ahora es considerado un «Conjunto histórico-artístico», formando parte del Programa Interministerial de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados.
Granadilla cuenta con una impresionante muralla medieval, una de las mejor conservadas en España, que rodea el pueblo y ofrece una vista impresionante a los visitantes. Además, su castillo polilobulado, con mazmorras y un aljibe, es otro punto de interés destacado. La iglesia de la Asunción, del siglo XVI, es el único edificio que no fue expropiado y ha sido restaurado para su conservación. Aunque estuvo abandonada durante años, se celebra una misa anual en honor a los difuntos.
La visita a Granadilla es gratuita, y los horarios de apertura varían según la temporada. Durante los meses de abril a octubre, el pueblo abre sus puertas de 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 20:00, mientras que de noviembre a marzo, el horario es de 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 18:00. Granadilla ofrece a los visitantes una oportunidad única para sumergirse en la historia y la arquitectura de España.
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Otros pueblos abandonados
En diferentes regiones de España, se encuentran pueblos abandonados que narran historias de tiempos pasados y ofrecen una experiencia única para los visitantes.
Belchite, en la provincia de Zaragoza, es un pueblo congelado en el tiempo, marcado por las cicatrices de la Guerra Civil Española. Devastado por bombardeos y destrucción en los años 30, ahora yace en ruinas. Sus estructuras desmoronadas cuentan una historia de resistencia y sacrificio, ofreciendo un sombrío recordatorio de la violencia de aquel periodo.
Ubicado en la región de La Rioja, Turruncún espera a sus visitantes en medio de la tranquilidad que ofrece la naturaleza. Este pueblo, rodeado de colinas verdes y paisajes salvajes, cuenta una historia de abandono en silencio. Al recorrer sus calles desiertas y apacibles, se hace evidente que Turruncún es el escenario perfecto para una película apocalíptica.
Ochate, en Burgos, conocido como «el pueblo maldito», es un destino envuelto en misterio. Aunque abandonado en el siglo XIX, su leyenda persiste. Sus ruinas, rodeadas de naturaleza, son el escenario perfecto para explorar los enigmas que lo rodean, entre historias de lo paranormal. Ochate desafía la lógica y aviva la curiosidad de quienes se aventuran a descubrir sus secretos.
Peña, en Navarra, es otro pueblo deshabitado que cuenta una historia similar de cambio sociológico y productivo que llevó a la emigración rural en la década de 1950. Actualmente, solo queda una finca particular vigilada por un guarda, siendo el único habitante del lugar.
En medio de los paisajes verdes de Asturias, Os Teixois yace como un remanso olvidado de encanto de épocas pasadas. Sus antiguas fábricas y viviendas cuentan la historia de una comunidad que una vez floreció, pero que lentamente se desvaneció debido al éxodo rural.
Sotillos de Caracena, en la provincia de Soria, fue el escenario de conciertos bajo el proyecto «Poblando el Silencio» para revitalizar el lugar castigado por la emigración rural. Sin embargo, pesar de los esfuerzos, el municipio sigue en ruinas.
Sancti Petri, en Cádiz, es un antiguo pueblo pesquero que alguna vez albergó a almadraberos de atún. Aunque hoy está mayormente abandonado, las historias de fantasmas y leyendas aún atraen a visitantes curiosos.
Finalmente, en Lleida, se encuentra Aramunt Vell, un pueblo medieval abandonado con un castillo que recuerda escenas de películas. Aunque fue utilizado como refugio durante la Guerra Civil, hoy sus ruinas y la iglesia en reconstrucción ofrecen una experiencia única.