Turismo interior

Covadonga está bien, pero Asturias tiene otra joya natural igual de impresionante y mucho menos masificada

Asturias
Embalse a la entrada al pueblo de Valle del Lago. Foto: Fotosventana en Wikimedia Commons.

Asturias es uno de los destinos favoritos de quienes se inspiran con la naturaleza. Sus parques, lagos y montañas concentran una biodiversidad única en la península, con áreas declaradas Reserva de la Biosfera y un patrimonio geológico que refleja la historia de la cordillera. Si bien Covadonga ya es un lujo, hay otro lugar que también refleja muy bien el legado glaciar.

Hablamos de un lugar en el que bosques, fauna salvaje y praderas completan un escenario en el que la montaña se muestra sin artificios. En definitiva, estamos por develar una alternativa distinta a los lugares más concurridos, pero que mantiene su autenticidad y una atmósfera más que tranquila.

¿Cuál es la joya natural de Asturias que se parece a Covadonga y está menos masificada?

En pleno Parque Natural de Somiedo se encuentran los Lagos de Saliencia, un conjunto de origen glaciar situado en la provincia de Asturias. La ruta comienza en el Alto de la Farrapona, a 1.708 metros de altitud, en la frontera con León.

Desde allí parte un sendero circular de baja dificultad que recorre cuatro lagos: La Cueva, La Mina, Cerveriz y Calabazosa, también conocido como Lago Negro.

El recorrido, de entre siete y nueve kilómetros, puede completarse en unas tres o cuatro horas. La tranquilidad es una de sus características principales, ya que todavía está al margen de la masificación turística.

Cada lago muestra un rasgo particular: La Cueva, teñido de reflejos cobrizos por antiguos yacimientos; La Mina, con restos de actividad extractiva; Cerveriz, rodeado de praderas de altura; y Calabazosa, el más profundo y fotogénico del conjunto.

Somiedo, un espacio protegido en Asturias con reconocimiento internacional

El Parque Natural de Somiedo, creado en 1988, fue el primero de Asturias en ser declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000.

En él habitan especies emblemáticas como el oso pardo cantábrico, además de rebecos, ciervos, lobos y aves como el urogallo. El ecosistema se completa con hayedos, robledales y praderas de alta montaña que refuerzan su riqueza biológica.

Los Lagos de Saliencia forman parte de este espacio protegido y fueron declarados Monumento Natural el 22 de mayo de 2003. La medida garantiza la conservación de su biodiversidad, que incluye también anfibios como el tritón alpino, la rana patilarga o la salamandra común.

Así, este mosaico natural convierte a Somiedo en uno de los lugares más representativos de la diversidad ecológica de Asturias.

La historia detrás de los Lagos de Saliencia

Los lagos glaciares de Saliencia no sólo destacan por su valor natural, sino también por el testimonio histórico que guardan. Por ejemplo, en el Lago de la Cueva, los tonos cobrizos del agua se deben a la presencia de hierro, un recuerdo de las explotaciones mineras que operaron en la zona.

Por su parte, en La Mina aún se conservan rastros de esa actividad, lo que añade un componente cultural a la ruta.

Geológicamente, el conjunto es un ejemplo claro de abrasión glaciar. Los valles en forma de U, las morrenas y las formaciones de dolomía en el Lago Calabazosa muestran la huella de los glaciares que modelaron la cordillera Cantábrica.

Para investigadores y amantes de la geología, los Lagos de Saliencia simbolizan un escenario natural donde se observa cómo el hielo transformó Asturias durante miles de años.

¿Cómo se llega a los Lagos de Saliencia y cuáles son las rutas de senderismo?

El acceso más habitual parte desde Oviedo por la carretera AS-15 hasta La Riera, para después continuar por la AS-227 hasta Pola de Somiedo. Desde allí, el camino sigue hasta el Alto de la Farrapona, donde se ubica un aparcamiento.

Otra opción es llegar en transporte público hasta Pola de Somiedo y desde allí completar el trayecto en taxi.

Existen varias rutas adaptadas a diferentes niveles:

  • Ruta corta: 8 kilómetros, unas 2 horas, pasando por tres lagos y la Laguna de la Mina.
  • Ruta intermedia: 13 kilómetros y 5 horas, con vistas al Lago del Valle, el más grande de Asturias.
  • Ruta larga: 18 kilómetros y más de 6 horas, incluyendo los Picos Albos y el regreso por el lado opuesto del recorrido inicial.

Por último, cabe destacar que todas las variantes están señalizadas y permiten conocer el conjunto sin dificultades de orientación.

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