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Así es el desconocido pueblo del inventor del saxofón que cuenta con una abadía de 1240

Pueblo de Bélgica
Dinant.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Bélgica, considerado por muchos el país más bonito de Europa, alberga multitud de ciudades y pueblos con encanto que todo el mundo debería conocer al menos una vez en la vida. Una de las localidades más destacadas, y al mismo tiempo desconocidas, de Bélgica es Dinant, famosa por sus talleres de mármol y piedra azul. Aquí nació Adolphe Sax, el inventor del saxofón. Como homenaje, a lo largo del Puente Charles de Gaulle se encuentran 28 impresionantes esculturas de saxofones gigantes.

Además, en una calle que lleva su nombre, justo antes de entrar al Museo del Saxofón, se encuentra una escultura que representa a Sax sentado en un banco, sosteniendo su inseparable instrumento entre sus brazos. Asimismo, la Ciudadela de Dinant es un monumento histórico que ofrece una experiencia única para los visitantes. Se puede acceder a ella a través de una escalera de numerosos peldaños o mediante el teleférico

Dinant, una preciosa ciudad de Bélgica

Situado en las pintorescas Ardenas belgas, a lo largo del río Mosa, Dinant es un acogedor pueblo con una población de alrededor de 13.000 habitantes, ubicado a 25 kilómetros al sur de Namur. El clima en esta región es templado, con veranos cálidos e inviernos fríos y nevados. Sin embargo, es importante estar preparado para la lluvia, ya que es frecuente durante todo el año, incluso en verano.

Con una rica historia, Dinant fue mencionado por primera vez en el siglo VII, aunque sus orígenes se remontan al Neolítico, cuando el lugar estaba habitado por celtas y romanos. Debido a su ubicación estratégica, la ciudad fue escenario de batallas durante las dos guerras mundiales y sufrió saqueos y devastaciones.

Lugares de interés

La Ciudadela de Dinant, situada en un acantilado con vistas panorámicas de la ciudad, tiene una historia que se remonta al año 1051. Aunque fue destruida por los franceses en 1703, la fortificación actual se construyó durante la ocupación holandesa en el 1800. Para llegar hasta allí, se pueden subir 408 peldaños a pie o coger el teleférico en el centro de la ciudad.

La Colegiata de Notre-Dame es otro de los atractivos destacados de Dinant. Originalmente de estilo románico, fue reconstruida en estilo gótico después de que la caída de rocas desde un acantilado adyacente dañara parcialmente la iglesia. En su interior, los visitantes pueden admirar el púlpito del siglo XVIII y una monumental vidriera azulada, una de las más altas de Europa.

El Puente Charles de Gaulle, que conecta las dos orillas del río Mosa en Dinant, rinde homenaje al expresidente de la República Francesa. Lo más distintivo los grandes saxofones que lo adornan. Un total de 28 saxofones, cada uno decorado con la bandera y motivos de los países participantes en el festival Europa Sax en 2010.

En Dinant, abundan los pequeños homenajes al famoso inventor del saxofón, Adolphe Sax. La casa donde nació Sax en 1914, situada en la Rue Adolphe Sax 37, alberga una  muestra de su legado. Dentro del museo, los visitantes pueden sumergirse en una exposición multimedia que explora los diferentes tipos de saxofones y destaca la inmensa contribución técnica de Sax al mundo de la música.

La Merveilleuse, o la Gruta de Dinant, es una de las cuevas más impresionantes de Bélgica, descubierta en 1904. Los visitantes pueden disfrutar de innumerables estalactitas y cascadas en su interior, ya que está bien acondicionada a nivel del suelo para un fácil acceso.

El Château de Vêves, a sólo 10 kilómetros de Dinant, parece sacado  de las páginas de un cuento de hadas. Sus orígenes se remontan al siglo VII, pero fue en el siglo XV cuando adquirió gran relevancia, convirtiéndose en un magnífico ejemplo de arquitectura militar. A lo largo del tiempo, su interior ha sido renovado y decorado, ofreciendo a los visitantes una visión de las diferentes épocas en las que el castillo estuvo habitado.

Rocher Bayard es una roca puntiaguda que cautiva a todos los visitantes. Situada en la margen derecha del Río Mosa, entre Dinant y Anseremme, esta emblemática formación rocosa se alza con imponencia, alcanzando una altura de 40 metros. Es una especie de puerta de entrada a la ciudad, destacando en el paisaje con su singularidad.

La leyenda que rodea la formación de Rocher Bayard agrega un encanto especial al lugar. Se dice que un valiente caballero francés, acompañado por sus cuatro hijos, enfrentó al emperador Carlomagno en una batalla. Para escapar de la captura, los hijos montaron un caballo excepcionalmente poderoso. Durante la huida, el caballo saltó sobre la cresta rocosa, dividiéndola con el impacto, y así nació Rocher Bayard.

Sin embargo, la verdad histórica difiere un tanto de la fascinante leyenda. Se sabe que las tropas francesas, bajo el mando de Luis XIV, dividieron la cresta para facilitar el acceso al borde del río después de la invasión de Dinant.

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