Los 5 mejores descubrimientos para viajar en 2018
Que sería de nosotros sin el espíritu aventurero. La necesidad de conocer mundo ha generado algunos de los grandes descubrimientos de la historia. Ese afán de los seres humanos por explorar nuevas tierras nos ha servido de guía a lo largo de los siglos para poder disfrutar del mundo que tenemos hoy en día. Unas ansias por descubrir que siguen manteniéndose en la actualidad, aunque de distinta forma. Los viajeros más experimentados buscan lugares diferentes en los que poder disfrutar de experiencias poco accesibles para el resto. Por eso hemos querido mostrarte una lista elaborada por Lonely Planet en la que se muestran los mejores descubrimientos para viajar en 2018. Unos destinos poco conocidos que se están convirtiendo en una tendencia cada vez más habitual entre los viajeros ¡No te lo pierdas!
Alpes Julianos (Eslovenia)
Déjate llevar por la llamada de la naturaleza. Los Alpes Julianos te están esperando en un remanso de paz y tranquilidad situado en el corazón de Eslovenia. Un destino que nada tiene que envidiar a los famosos Alpes franceses que pueden definirse como uno de esos paraísos que siempre han estado ahí pero que nunca se han descubierto. La grandeza del paisaje alpino fusionada con los típicos valles de ríos cristalinos definen a este territorio como uno de los más bellos de Europa. Sin duda, el mejor lugar para darse una escapada rural y olvidarse del ruido de la ciudad.
Languedoc-Rosellón (Francia)
La cultura y la historia tienen una cita con Languedoc-Rosellón, una región francesa apenas conocida por el turismo que guarda algunos de los tesoros más valiosos de nuestro país vecino. Rodeada de regiones como La Provenza y la Costa Azul, este destino ha pasado desapercibido para el turismo más convencional. Por eso se enmarca como el mejor lugar para viajar si lo que buscas es una escapada tranquila en la que quieras empaparte de sabiduría. Los restos romanos son habituales y destacan el acueducto de Pont du Gard y las impresionantes ruinas de Nilmes. Sin olvidarnos de una gastronomía envidiable en la que los productos típicos del Mediterráneo representan el atractivo más importante. Galerías de arte como la de Norman Fostes o Museos como el de la Romanite son, sin duda, los destinos más destacados de un destino que emana cultura por cada uno de sus poros.
Península de Kii (Japón)
Si estás cansado de los destinos convencionales simplemente tiene que coger el primer vuelo a Japón para disfrutar de la Península de Kii. Uno de los descubrimientos de 2018 que más ha sorprendido entre los viajeros en el que los templos budistas son los auténticos protagonistas. La ruta puede definirse como una especie de Camino de Santiago a la japonesa en el que los santuarios sintoístas se fusionan con un paisaje natural digo de apreciar. Manantiales termales, valles, montañas escabrosas… En la Península de Kii podrás encontrar todo lo necesario para pasar una aventura diferente. Un destino definido como una de las regiones más húmedas del planeta en la que la niebla es permanente y el musgo crece por cada una de sus rocas. Un entorno mágico y lleno de simbolismo que se define como un punto de encuentro para peregrinos de todo el mundo.
Islas Eolias (Italia)
Los italianos saben bien que el mejor sitio para huir del turismo extremo que asola el país son las Islas Eolias. Una formación dividida en siete islas (Panarea, Estrómboli, Alicudi, Salina, Filicudi, Vulcano y Lipari) en las que puede apreciarse la grandeza del auténtico paraíso terrenal. Un destino sin aglomeraciones al que merece la pena asistir en temporada baja para poder disfrutar de la mejor forma de sus paisajes y entornos naturales únicos en el mundo. Playas de arena negra y un paisaje volcánico digno de apreciar te esperan en un archipiélago repleto de aventuras y nuevos descubrimientos.
Los Haitises (República Dominicana)
Ubicado en la zona meridional de la bahía de Sananá podemos encontrarnos un destino que el turismo de masas aún no tiene en su lista. Hablamos de los Haitises, un territorio formado por más de 1.300 kilómetros de islotes en los que las aguas cristalinas y la espesa vegetación destacan por encima del resto. Uno de los descubrimientos de 2018 que hará sentirte como un verdadero explorador sobre las tierras más vírgenes. Eso sí, mucho cuidado con los mosquitos.