Los sustos que nos perdimos: Spielberg y Stephen King casi crean una película de terror apoteósica
Ambos iban a colaborar en una historia parecida a 'La mansión encantada' de Robert Wise
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El legado del séptimo arte se compone también de todas aquellas historias que no fueron. Producciones sin proyección que a pesar de no haberse rodado nunca, viven en el limbo de la cultura pop; entre anecdotarios cinéfilos y curiosidades exiguas. La Dune de Jodorowsky con el arte de Moebius, el Superman de Tim Burton con Nicolas Cage o la Napoleón de Stanley Kubrick son tan sólo, algunos ejemplos de las fantasías inacabadas de una industria a menudo indolente incluso con sus genios. Hoy traemos un caso no tan conocido, pero que podía habernos regalado uno de los mejores largometrajes del género del horror. Nos referimos al guion de Stephen King que Spielberg estuvo a punto de convertir en una película de terror.

Lo normal sería pensar que entre genios, las colaboraciones artísticas deberían fluir sin problemas. Sobre todo, teniendo en cuenta que el maestro del terror y el rey Midas de Hollywood son dos de las voces más talentosas y cautivadoras de la industria del entretenimiento contemporáneo. Nadie ha sabido crear productos como ellos, que primasen el entretenimiento de las narrativas sin renunciar a la calidad y al valor autoral de su imaginario. Sin embargo, ni siquiera la admiración recíproca por sus respectivos trabajos pudo concretarse en el proyecto conocido como Rose Red. Una historia fantasmagórica cuya máxima referencia era La mansión encantada de 1963, dirigida por Robert Wise. No obstante, King no terminó de entenderse con Spielberg y mientras el primero deseaba realizar una apuesta de puro terror, el director de Tiburón quería que el espíritu aventurero prevaleciese en la trama.
King no se entendió con Spielberg: la muerte de su película de terror

La concepción del intento colaborativo surgió en 1996. Spielberg venía de coronarse en la alfombra roja con el Oscar a la mejor película y dirección por La lista de Schindler y de arrasar en el box office, con 1.099 millones de dólares para las arcas de Universal Pictures. Por su parte, el prolífico escritor venía de publicar libros como El juego de Gerald, Dolores Claiborne e Insomnia.
Por ello y estando en dos momentos fantásticos de sus respectivas carreras, la búsqueda del cineasta de un relato de horror sobrenatural debía pasar indiscutible por una llamada telefónica al responsable de Carrie. Ante la ambiciosa idea, King le dio su toque sobrenatural llevando a que la casa donde se centraba el planteamiento se transformase, cambiando las estancias y haciéndose más grande a pura voluntad.

Años después, el autor confesaría en una entrevista para Los Angeles Times que su disputa fue «una lucha por el alma de la historia». King quería una trama abogase por el thriller psicológico, ahondando en los sustos y en ese suspense latente que pone de los nervios a cualquier espectador. En cambio, la mirada de Spielberg apostaba por darle a los protagonistas un perfil de héroes en clave de cinta de aventuras.

Una película y una serie
Tras la cancelación del proyecto, King convirtió el guion de Rose Red en una miniserie que se estrenó en 2002 (disponible en Prime Video) bajo la producción de la ABC. Tres años antes, Spielberg le produjo a Jan de Bont el remake de The Haunting. Ambas terminaron siendo dos productos audiovisuales muy por debajo del nivel del ingenio de sus responsables.