Amazon Prime Video

‘Reina Roja’ (la serie) no es como la novela, es todavía mejor

Reina Roja
Vicky Luengo protagoniza la adaptación de 'Reina Roja'

El 29 de febrero se estrena en Amazon Prime Video, una de las producciones más esperadas del año, Reina Roja. Ya hemos podido ver los siete episodios que componen la primera temporada y determinamos que es una serie que mejora la novela original escrita por Juan Gómez-Jurado. Todo un triunfo si tenemos en cuenta que las aventuras de Antonia Scott y Jon Gutiérrez llevan años siendo un fenómeno literario mundial.

Los fans pueden estar tranquilos. La ficción no es sólo muy fiel al texto sino que lo lleva a otros niveles narrativos gracias a la ampliación de ciertos personajes y tramas. Reina Roja es mainstream del bueno. Un producto de intenciones populares que no pretende descubrir la pólvora seriéfila pero entretiene, emociona y sorprende. Además, como ejercicio de adaptación es para que se estudie en todas las escuelas de guion. El cómo se solucionan visualmente ciertas partes de la novela es para ponerse de pie y aplaudir.

El secreto de Juan Gómez-Jurado

Más de 2,5 millones de ejemplares vendidos en España lleva la saga iniciada con Reina Roja ,a la que siguieron Loba negra y Rey blanco. Todo un fenómeno el Juan Gómez-Jurado que tiene su origen en la hacer suyas fórmulas trilladas. El juntar a alguien muy inteligente, brillante, complicado y lunático con un escudero que sirve de alivio cómico y racional es algo que llevamos viendo desde Don Quijote. El género de misterio ha aprovechado al máximo este tipo duplas con ejemplos clásicos como Sherlock Holmes y Watson a Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist (de la saga Millennium), eso por no hablar de las miles de películas y series con idéntica pauta. Pero como siempre pasa en el arte, la brillantez no viene del qué sino del cómo.

Reina Roja
Juan Gómez-Jurado.

Gómez-Jurado inyecta a las clásicas historias de espías su propio entusiasmo; las localiza dentro de la atmósfera española y les inyecta un humor reparador y disfrutable. El escritor tiene un sentido del ritmo envidiable y sabe construir personajes simples pero queribles. En sus tramas hay muchos giros y situaciones que llegan a ser inverosímiles (el final de Rey blanco, por ejemplo, es casi ridículo) pero lo más importante no es eso, sino su estilo. Eso es lo difícil de adaptar en imágenes. En Reina Roja (la serie), se consigue.

Ejemplo de adaptación

Llevamos unos pocos años viendo como nuestra ficción audiovisual se basa, principalmente, en contar true crimes o, en la mayoría de los casos, adaptar novelas célebres. Esta última estrategia tiene su lógica si tenemos en cuenta que son historias ya testadas por un público y que han tenido éxito. El problema es que reinterpretar una trama en imágenes no es tarea fácil. Y es que, los que se quejan de que ‘el libro les gustó más que la película’ no entienden que el literario y el audiovisual son lenguajes distintos. Al final, los creadores se autocensuran por miedo al fandom y terminan aburriendo al personal con historias no muy bien explicadas o bien se traiciona al original y los adeptos se enfadan. Ninguno de estos es el caso de Reina Roja.

Reina Roja
Cartel de ‘Reina Roja’.

Si uno ha leído el libro pensará (en mi caso, al menos) que la historia de Reina Roja no da para 7 capítulos de 50 minutos, que podría ser, perfectamente, una película de dos horas, que para hacer una serie habría que añadir e inventarse demasiadas cosas. Pues no. Amaya Muruzabal (Hernán) como showrunner y Koldo Serra (La casa de papel, Gernika) como director de la mayor parte de los episodios, han respetado la estructura original pero incrementando y explotando detalles, personajes y ciertas subtramas. Eso sí, el guion ( firmado por Muruzabal y Salvador Perpiñá) nunca traiciona el espíritu de la novela. ¿Qué significa esto? Que el tono es el mismo que el que utiliza Gómez-Jurado: puro entretenimiento liviano, disfrutable y una mezcla portentosa de acción, humor y cierta cursilería.

¿De qué va ‘Reina Roja?

Para quién no sepa de qué trata Reina Roja, ahí va un pequeño resumen sin spoilers: con un cociente intelectual de 242, Antonia Scott es oficialmente la persona más inteligente de la Tierra. Su inteligencia le valió convertirse en la “Reina Roja” de un proyecto policial secreto y experimental, pero lo que parecía un don se convirtió en una maldición y acabó perdiéndolo todo. Cuando el hijo de una poderosa magnate aparece asesinado grotescamente en su mansión, y la hija del hombre más rico de España es secuestrada, la organización Reina Roja se pone en marcha. Mentor, antiguo jefe de Antonia, recurre a Jon Gutiérrez, un policía vasco y temperamental a punto de ser expulsado del cuerpo, para reactivar a Antonia. El retorcido juego del gato y el ratón en el que se ven envueltos Jon y Antonia durante su investigación les servirá también para descubrir que se admiran y complementan mutuamente casi tanto como se irritan.

Vicky Luengo en ‘Reina Roja’.

El poder narrativo de los efectos y la música

Reina Roja es una gran apuesta de Amazon Prime Video. Es decir, es cara, lo que no siempre se traduce en buena. En este caso, los recursos están bien utilizados. El traslado a imágenes de cómo funciona el cerebro de Antonia Scott es acertadísimo y más sorprendente que en la novela. Por ejemplo, hay una escena homenaje a Ratatouille y que no estaba en el original literario, que es pura fantasía. ¿Era necesaria? No, pero es preciosa. Los monos y delirios que padece la protagonista cada vez que pierde el control de sí misma, le dan un empaque visual a la serie de primera.

Otro apartado a destacar es la banda sonora compuesta por Víctor Reyes. Una música de acompañamiento que eleva muchas escenas, que es épica en los títulos de créditos, inquietante cuando debe serlo y tierna en momentos clave. También hay que aplaudir la labor de fotografía ( firmada por Unax Mendía y Curro Ferreira).

Una pareja perfecta

Leí Reina Roja, como tantísimos españoles, durante la cuarentena, época en la que estrenaron en Movistar + la serie Antidisturbios, protagonizada, entre otros, por Vicky Luengo y Hovik Keuchkerian. Prometo que, desde el comienzo, tenía a esos dos actores en la cabeza cuando pensaba en Antonia y Jon. Es que no había otra opción. Tienen la energía, el color y el físico perfectos para estos personajes. Vista la serie, el trabajo de la pareja no decepciona. Todo lo contrario. Su química, su respeto al tono general de la serie y su compromiso son admirables.

Reina Roja
Vicky Luengo y Hovik Keuchkerianen ‘Reina Roja’.

Lo peor: falta de intensidad y dirección de actores

Terminamos la crítica rebajando el entusiasmo inicial y es que, como todas, Reina Roja no es perfecta. Primero, decir que su pecado principal es el de la novela: la falta de intensidad y relevancia. No es que sea necesario ser trascendental pero al final, Antonia y Jon son meros clichés disfrazados con cierto carisma y la historia es tan entretenida como olvidable.

Alex Brendemuehl en ‘Reina Roja’.

Por otro lado, obviando a la pareja protagonista, existe en Reina Roja cierto desorden en cuanto a dirección de actores. No es un problema de casting o elección, ni siquiera de los propios intérpretes, es que algunos parece que están series distintas. Por ejemplo: ¿Qué le pasa en la voz a Alex Brendemühl (Mentor)? ¿Le han doblado? Cada vez que aparece baja el nivel (y eso que es un artista estupendo). Luego,  hay un caso muy concreto en el que una actriz está tan fuera de lugar que provoca, con su acting, un auténtico spoiler. Una lástima. Aún así. Larga vida a la Reina Roja.

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