Oliver Stone acusa abiertamente a este actor de casi arruinar la película ‘Asesinos natos’
Un rodaje complicado y un intérprete por aquel entonces, incontrolable.
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Al igual que sucede con otros miembros de la industria como el director Paul Schrader o el actor Brian Cox, Oliver Stone no se caracteriza por precisamente, tener pelos en la lengua. El tres veces ganador del Oscar siempre ha hablado de forma clara y llana sobre sus ideales políticos y también, en líneas generales sobre todo lo que se le pregunta en relación a la escena cinematográfica actual. Por ello en él convive tanto lo político como lo artístico, siendo capaz de criticar sin tapujos a fenómenos cinematográficos como Barbie. No obstante, ahora el centro de la diana de sus polarizadas opiniones ha ido a parar hacia un reconocido intérprete que casi echa por tierra su inclasificable película, Asesinos natos.
Partiendo de una historia original de Quentin Tarantino, el cual más tarde renegaría del trabajo del propio Stone, Asesinos natos es posiblemente una de las sátiras más violentas del cine del siglo XX. La cinta fue estrenada en 1994, bajo el protagonismo de una Juliette Lewis y un Woody Harrelson que recorrían Estados Unidos como una suerte de actualización de Bonnie y Clyde con esteroides. El material primigenio del director de Pulp Fiction fue adaptado al libreto por el propio Stone junto a los guionistas David Veloz y Richard Rutowski, creando un alegato contra el sensacionalismo de los medios representado a través del personaje Wayne Gale, al que daba vida Robert Downey Junior. En aquel momento, el actor no pasaba por su mejor momento ni personal ni profesionalmente hablando, por lo que fue un auténtico dolor de cabeza en una producción que ya de por sí, estaba siendo un auténtico caos.
Fue un problema para Oliver Stone
Rechazada por Cannes por ser demasiado violenta, Asesinos natos fue un largometraje polémico en todas las etapas de su desarrollo, llegando a ser prohibida en parte de los Estados Unidos porque según se dio a entender, su metraje alentaría a los asesinos de verdad a cometer crímenes reales. Pero es que más allá del ostracismo popular, la cinta fue denigrada en aquel momento por voces clave en el mundo del arte como la directora Pilar Miró o el escritor Mario Vargas Llosa.
El rodaje fue igualmente una auténtica locura, desde el motín final de la cárcel grabado en una prisión de verdad con presos reales actuando como extras hasta la neumonía que la actriz Juliette Lewis sufrió debido a algunas condiciones insalubres del set. De hecho, según la productora Jane Hamsher, rodar con Oliver Stone fue «un auténtico infierno» pues su actitud te hacia sentir como si hubieses estado «drogado durante días». Pero el director de JFK o Plattoon también tiene sus propios culpables y en una última entrevista, aprovechando el 30º aniversario de la obra, ha explicado como el ganador del Oscar por Oppenheimer casi arruina el tono de la película.
El escándalo de Lorena Bobbit
Según ha contado Oliver Stone en alguna ocasión, el propio divorcio con su mujer influyó de algún modo en el tono final de Asesinos natos. Un modo de narrar la historia que un Downey Junior pasado de vueltas casi arruina en una escena.
Para situarnos en el contexto, durante el rodaje del filme saltó a los medios el escándalo alrededor de Lorena Bobbit, una ecuatoriana que en 1993 le amputó el pene a su marido con un cuchillo mientras este dormía. Un caso controvertido y un oscuro suceso del que Downey Junior no tuvo ningún reparo en burlarse mientras grababan una escena.
«¡Vamos, eso es demasiado! Estás yendo demasiado lejos, Robert!», comenzaba recordando Oliver Stone para la revista Esquire. El actor, simulaba un falo ensangrentado y el cineasta no tuvo ningún problema en ser franco con él: «¡Estás arruinando mi película! Olvídate de la idea del pene tonto. Esto no es…esto no es una tontería».
Tras el shock inicial, Stone pidió ver de nuevo el «truco» del miembro secundario del reparto una vez más y finalmente la camisa ensangrentada pasando por debajo de la bragueta de sus pantalones llegó al montaje final de la película. Años más tarde, Downey Jr. declaró en aquel momento luchaba contra la adicción y que los únicos momentos en los que estaba despierto era entre los «acción y corten».
Carreras opuestas
Como suele ocurrir en el entorno de Hollywood, en poco más de una década las carreras de los artistas pueden perfilarse de una forma bastante atípica. Por eso, no resulta demasiado extraño que mientras Oliver Stone ha ido devaluando su repercusión como cineasta, Downey Jr. ha conseguido el elogio de la crítica y aumentar (todavía más) su cuenta corriente al volver a Marvel como el Doctor Doom.
Eso sí, en 2025 Stone estrenará White Lies. Un drama protagonizado por Benicio del Toro con el que podría recuperar el beneplácito del público.