‘First Dates’: Sperk, el tatuador vallisoletano que solo tiene ganas de morirse
El beach club de ‘First Dates’ ha vivido esta noche una gran remesa de citas entre sus paredes. Hemos visto gente cantando y bailando, y luego hemos visto una de las citas más deprimentes que se recuerdan en el programa. Pero primero han pasado por allí Ingrid y Paco que, aunque no se han dado una segunda cita, se lo han pasado muy bien cantando y descubriendo cuáles son sus gustos en la cama.
Pero la cita más deprimente de la noche llegó con Sperk y Manuela, dos tatuadores, uno de la Valladolid y la otra de Alicante, que parecían estar en un entierro en vez de en una primera cita. Sperk ha confesado que no le gusta hacerse mayor, y que «cuando acabe la juventud, no creo que viva mucho más en este mundo», un afirmación que a su cita, Manuela, le ha parecido mucho más postureo que realidad.
Y es que según Sperk, «no soporta ni a los niños ni a los abuelos», por eso no vivirá mucho más. A Manuela no le ha convencido mucho el rollo siniestro y oculto de Sperk, y cuando ha llamado a su amiga lo ha definido como un poco «niñato». En la decisión final, Sperk si quería cita, pero sin reírse en ningún momento, pero Manuela no le ha dado un sí porque le «recordaba a su yo anterior». Sperk tuvo que marcharse solo.
Aunque en ‘First Dates’ también hay lugar para la gente que goza de la vida, y esos sin duda han sido los dos últimos invitados, Lucía y Javier. Ambos ya habían estado anteriormente en el programa, pero se fueron de vacío. Y es que buscaban a alguien más cañero, y lo han encontrado. Javier, actor y Lucía camionera, no han parado de reír y divertirse, tanto que han acabado bailando en el jacuzzi del beach club.
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