PAÍS VASCO

Nuevo triunfo de la movilización vecinal: expulsan a los okupas de un piso en Portugalete

La Ertzaintza no deja entrar a los dueños hasta que los okupas recojan sus pertenencias

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Cientos de vecinos consiguen expulsar a unos okupas en Portugalete.
Ángel Moya

La reacción espontánea de cientos de vecinos de Portugalete ha logrado expulsar a los okupas que el fin de semana allanaron un piso del barrio de Ciriquiáin y se hicieron fuertes en su interior. Los okupas se pitorrearon de los vecinos, cambiaron las cerraduras de la vivienda y publicitaron en las redes sociales la okupación del piso. Incluso los okupas se atrevieron a pedirle a los vecinos una copia de las llaves del portal para entrar y salir a su antojo dentro del inmueble.

El conflicto arrancó éste fin de semana cuando los vecinos notaron movimientos extraños en una vivienda que se encuentra vacía la mayor parte del año. Pronto, los vecinos comprobaron que los okupas habían entrado al inmueble, ubicado en un primer piso, a través de la ventana y habían cambiado la cerradura de la vivienda. Avisada la Policía Local, se identificó la presencia de tres individuos dentro del piso.

Sin embargo, la llegada de más okupas tras publicitar su hazaña en las redes sociales, unido a las peleas que los okupas comenzaron a provocar con los vecinos e incluso entre ellos, provocó el levantamiento espontáneo de los vecinos que comenzaron a manifestarse por cientos ante la vivienda okupada, como se puede observar en las imágenes que acompañan ésta información. «Están rompiendo la convivencia en el barrio, nos hemos sentido siempre seguros en nuestro pueblo y queremos seguir viviendo en paz», proclamaban los vecinos durante las protestas.

Ante la amenaza de una nueva concentración vecinal de rechazo contra los okupas en la tarde del miércoles, estos han ido abandonado gradualmente la vivienda. Hace unas horas, el último de los okupas abandonó la casa después de una mediación con la Policía Local y los vecinos, que terminó por convencerle de que lo mejor era irse de la vivienda que había allanado.

Ahora, y aunque los vecinos han conseguido expulsar a los okupas, sus propietarios no pueden regresar al interior de su vivienda hasta que los okupas no vuelvan para recoger todas sus pertenencias. La familia propietaria del piso ya había puesto la denuncia correspondiente para comenzar el largo proceso de recuperación de la vivienda y ahora temen que los okupas aprovechen la recogida de sus pertenencias para volver a quedarse con su casa.

Ese es el motivo por el que la Policía Local mantiene una patrulla en la puerta de la vivienda las 24 horas del día, para evitar una nueva okupación y la respuesta vecinal.

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