La madre que asesinó a su hija en Gijón se niega a declarar y la juez la acusa de asesinato con alevosía

hija Gijón
La madre de Olivia, acusada de su asesinato. (Efe)

La madre que asesinó a su hija en Gijón se niega a declarar y la juez le acusa de asesinato con alevosía. Noemí Martínez le niega una explicación a la Policía, a la juez del caso y a la familia paterna de la víctima. La mujer se ha negado a declarar en sede judicial, como hizo en comisaría, y la titular del juzgado número uno de Gijón la ha enviado a prisión provisional acusada de matar a su propia hija sin que la niña tuviera la mínima oportunidad de defenderse.

Noemí sí le contó a los policías que irrumpieron en su domicilio del barrio de Los Llanos en Gijón, que le había suministrado una gran cantidad de tranquilizantes a la pequeña Olivia. Lo hizo disimulando las pastillas en la leche de la merienda, dijo, y luego ella se tomó alguna pastilla más. Los Policías no pudieron hacer nada por la pequeña y detuvieron allí mismo a la madre.

Ella no ha vuelto a abrir la boca desde entonces. Esquiva y ausente, pasó su estancia en los calabozos como si no fuera la responsable de semejante monstruosidad. No quiso declarar ante los agentes. Tampoco esta mañana ante la juez que había asistido al levantamiento del cadáver de su hija.

Durante la vista, la fiscalía ha pedido el ingreso en prisión de la presunta filicida, basándose en la gravedad de los hechos y en el riesgo de fuga existente ante las elevadas penas a las que se enfrenta. Lo mismo ha hecho la familia paterna de Olivia, para los que se trata sin duda de «un asesinato con premeditación y alevosía».

La familia paterna de la pequeña Olivia se refiere al presunto plan que tenía la asesina para matar a su hija, y que puso en marcha nada más barruntar que la Justicia le daba la custodia de la niña a su padre. La acusada ya había amenazado con matar a la niña, y en cuanto fue consciente de que perdía la custodia de la pequeña compró los tranquilizantes que previamente le habían recetado, pasó a recoger a la niña y se despidió del padre con una sonrisa que no presagiaba nada bueno. Ya la tarde del domingo, durante la merienda, machacó las pastillas y las echó en la leche de su hija. La tumbó en la cama y espero a que la menor muriera. Cuando llegó la Policía, la niña llevaba horas fallecida.

Además de premeditación, desde la defensa legal de la familia paterna el letrado Daniel Labrador, señala que la mujer lo hizo impidiendo que la niña tuviera la menor posibilidad de defenderse. Ha sido un asesinato con alevosía porque lo son de todos los menores y éste en especial por la forma en que actuó la presunta filicida. Por otro lado, hubo un abuso de confianza por parte de la homicida al ser la víctima su propia hija, además hay que contar con el agravante de parentesco.

Por todos estos motivos, la acusación de la familia paterna ya ha confirmado algo que adelantó OKDIARIO. Su objetivo es que la madre de Olivia termine condenada a prisión permanente revisable por un delito de asesinato sobre una menor, tal y como prevé la Ley en el primero de los supuestos para la pena más elevada del ordenamiento jurídico español.

 

 

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