'CASO WELLINGTON'

La ‘influencer’ detenida al empresario al que robaron en el Wellington: «En qué puta hora te acompañé»

OKDIARIO accede a la conversación completa entre Marta Hermoso y Enrique Abascal

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«En qué puta hora te acompañé», así se lamentaba la influencer Marta Hermoso de haber quedado en Madrid con el empresario mexicano Enrique Abascal, víctima de un robo de 400.000 euros en su habitación en el Hotel Wellington. La influencer fue detenida como sospechosa de proporcionar información para el robo.

OKDIARIO ha podido acceder al sumario íntegro de la causa y a las conversaciones que la influencer mantuvo con el empresario durante su estancia en Madrid. El chat comenzó el día 25 de septiembre de 2024, cuando Abascal llegó a Madrid y contactó con Hermoso que le invitaba a encontrarse en su piso ubicado en la calle Velázquez (Madrid).

La cita tuvo lugar en la tarde del 25 de septiembre, entre las 19:45 y las 22:47, y tras el encuentro ambos se comunicaron de forma cariñosa. A continuación, la transcripción de la conversación:

Marta: Lo pasé genial. Nos vemos mañana.

Enrique: Igual. La pase súper. Sabes deli. Jajajaj. Lo sabía.

Marta: Jajajaha.

Enrique: Jaja. ¿Está mal?

Marta: No está súper.

Marta: ¿Qué haces? Haha

Enrique: Extrañándote. Con ganas de abrazarte jajaja.

Marta: ¿Y tú?

Enrique: Se eliminó este mensaje.

Marta: Hola hola. ¿Por qué borraste? Qué dijiste. Hahahaha yo también poquito. Qué haces, ya estoy en la cama. ¿Qué plan mañana?

Enrique: No. Se disparó.

Marta: Jajaja.

Enrique: Ya duérmete.

Tras el robo: «Tengo miedo»

Los días siguientes se estuvieron escribiendo para cuadrar planes y se vieron en varios establecimientos de lujo del barrio de Salamanca (Madrid). La relación fluía hasta que Enrique Abascal informó a Marta Hermoso del robo en el Wellington.

Le sustrajeron tres relojes de lujo, pulseras de pelo de elefante con acabado en oro, dinero en efectivo, un neceser de una firma de alta costura y enseres personales. Los ladrones se llevaron el botín arrancando la caja fuerte de la habitación 423 en la que se hospedaba el empresario mexicano.

La influencer sevillana, tras conocer los hechos, se mostraba preocupada por lo ocurrido en el hotel en los mensajes posteriores. Dejaba constancia de que intuía que podría existir una banda detrás del robo en el Wellington. A continuación, la transcripción completa de la conversación entre ambos:

Marta: Evidentemente, nos hemos visto tres días y si alguien te venía siguiendo o que y ahora vienen a mi casa, ¿entiendes? Soy una mujer y vivo sola, es normal que esté preocupada. Enrique. En fin, si es algo de lo que deba preocuparme, deberías avisarme porque no me quedo tranquila y te prometo no dire nada. Pero no paro de pensar y darle a la cabeza.

Enrique: Yo preocupación ninguna. Y tú ninguna lo que sí están investigando.

Marta: Hombre, pero ¿y si me vienen a casa? No creo, ¿no? Me refiero a que puedan venir a mi casa esa gente. Tengo miedo en serio.

Enrique: Porque a tu casa. Tu casa ni al caso.

Marta: Da mis datos yo te ayudaré en todo. Enrique no lo sé, porque yo estuve contigo y si alguien te estaba vigilando. Estoy con paranoia.

Enrique: ¿Por qué tienes relojes muy caros también?

Marta: No, no tengo relojes.

Enrique: Ah ok.

Marta: Pero hemos estado juntos.

Enrique: Juntos de que.

Marta: O sea haciendo planes.

Enrique: De ir a cenar y a tomar algo. Nadie sigue.

Marta: Siiii.

Enrique: A nadie.

Marta: No sé la verdad, no sé realmente ni a qué te dedicas, ni sé nada sobre ti. Pero para que te pase algo así es porque saben quién eres o que tenías relojes caros. ¿Han robado en más habitaciones? ¿O sólo en la tuya?

Enrique: Soy empresario. Como el 90% de tus amigos. Claro que no. La gente no tiene ni idea de eso.

Marta: Me gustaría que des mis datos en la Policía, por si algo me pasa en casa, que espero que no por supuesto.

Enrique: Ntp (No te preocupes).

Marta: Hombre, si cada día ibas con uno distinto.

Enrique: Van a investigar todo.

Marta: Tengo miedo. No sé bueno, ya dejo de darte la lata. Pero se me quedó mal cuerpo y sobre todo porque yo te acompañé, en qué puta hora. En fin, vamos hablando. Que pases buena noche.

Enrique: Igual. Buenas noches.

Marta: ¿Cómo estás? Espero que más tranquilo y que puedas solucionar tus cosas pronto.

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