Los siete indicios por los que la Policía detuvo al asesino confeso de Juana Canal

Son los siete indicios por las que la Policía detuvo al presunto asesino de Juana Canal la semana pasada. OKDIARIO accede a las diligencias policiales de la investigación de la desaparición y presunto asesinato de la mujer, ocurrido en Madrid en 2003. En ellas, tras varias semanas de escuchas telefónicas, la Policía enumera las siete conclusiones que le llevan a solicitar la detención del único sospechoso.

Tras el hallazgo en 2019 de los restos de Juana Canal en un paraje de Ávila, y el nuevo hallazgo de más restos en 2022, la Policía Nacional situó a su ex pareja, Jesús Pradales, en el centro de la investigación por la desaparición y muerte de la mujer en el año 2003. Los agentes interrogaron a vecinos, familiares de la víctima y del presunto asesino, e incluso le pincharon el teléfono durante semanas. Así descubrieron los investigadores que incluso la mujer actual del investigado sospechaba de su marido y le pedía que le jurara por Dios que no tenía nada que ver, o incluso le sugería la posibilidad de que todo hubiera sido un accidente.

Con todos los datos encima de la mesa, los investigadores redactaron un informe final con siete conclusiones que argumentaban la petición de detención del sospechoso a la juez del caso. Estos son los siete indicios policiales que precipitaron la detención de Jesús Pradales la semana pasada acusado del homicidio de Juana Canal 19 años antes.

1- Jesús Pradales es la última persona que ve con vida a Juana Canal en la madrugada del 23 de febrero (cuando ambos compartían vivienda en el distrito de Ciudad Lineal)

2- Nadie volvió a ver a Juana desde esa noche en la que mantienen una fuerte discusión. Su hijo regresó al domicilio el domingo a medio día, no vio a su madre ni pudo contactar con ella jamás.

3- Jesús abandonó el domicilio inmediatamente después de la discusión con Juana, llevándose todas sus pertenencias. Dejó una nota en la que afirmaba que tras una fuerte discusión con Juana la mujer abandonó el piso y él salió a buscarla.

4- Todos los efectos personales de Juana se hallan en el interior de la casa, teléfono móvil, bolso, documentación y la medicación que tomaba en esas fechas, lo que demuestra que se trataba de una desaparición forzosa y no voluntaria ni accidental.

5- Un día después de la discusión entre ambos, Pradales interpone una denuncia por lesiones contra Juana y su correspondiente parte médico. Una denuncia muy próxima a la desaparición y la huida del domicilio compartido, que carece por completo de sentido, máxime cuando en ningún momento se interesa por la desaparición de Juana.

6- Jesús Pradales es la única relación entre Juana Canal y el paraje de Ávila donde se encuentran sus restos. Un lugar muy próximo a la finca familiar del sospechoso.

7- Los primeros restos que se encontraron de Juana, fragmentos del cráneo y una tibia, están distanciados en el cuerpo humano y, por tanto, hace imposible que un animal los hubiera trasladado a la vez desde una zona alejada.

Tras estos siete indicios o conclusiones, los investigadores concluyen que la única explicación lógica del hallazgo de los huesos en ese lugar, es que hubiera sido alguien que tuviera relación con la zona. La única persona que guarda relación con ese lugar y con la víctima es Jesús Pradales, el último que la vio con vida tras mantener con ella una fuerte discusión.

Lo demás, ya es conocido. Tras la detención de Pradales, el sospechoso confesó primero ante los policías y luego, ante la juez del caso, que había matado de forma accidental a Juana mientras discutían aquella noche de 2003 y enterró sus restos junto a la finca de su familia en Ávila.

A Jesús, ya en prisión provisional, le constan dos antecedentes policiales por malos tratos sobre su actual mujer. El primero de ellos sólo tres años después de desaparecer Juana Canal, nunca compareció ante la justicia por ninguno de ellos.