WhatsApp: así se puede hackear una cuenta como la de Albert Rivera
Albert Rivera ha denunciado que su cuenta de WhatsApp fue hackeada el pasado viernes. Esto significa que una persona consiguió acceder a su cuenta, pudiendo leer todos los mensajes y conversaciones del político y, por supuesto, hacer todas las capturas de pantalla que quiera para difundir esos mensajes.
¿Es posible hackear el WhatsApp de otra persona? Lo cierto es que sí. A pesar de que esta herramienta de mensajería es relativamente segura, no es en absoluto imposible conseguir espiar los mensajes de otra persona. Existen otras alternativas a WhatsApp sensiblemente más seguras, pero el hecho de que ésta es la más utilizada en todo el mundo convierte su uso en obligatorio ‘de facto’ para hablar con tus contactos. Aunque esa universalización contribuya a aumentar el riesgo de hackeo.
Lo más probable es que el espía se encuentre entre las personas cercanas a la víctima, puesto que son los que mayor acceso físico tienen al teléfono del usuario. Aunque, ojo, también se puede descubrir y desenmascarar a la persona que te haya estado espiando sin darte cuenta.
Una de las formas más sencillas para conseguir espiar el WhatsApp de otra persona pasa por conseguir hacerse un momento con el teléfono de la víctima. Si se consigue tener apenas unos instantes sin que su dueño vigile, puedes utilizarlo para activar la versión de escritorio en el ordenador del espía, de modo que, aunque su dueño recupere en seguida su teléfono, las conversaciones sigan al alcance del hacker durante un buen rato. Como mínimo, hasta que el dueño del teléfono active esa versión de escritorio de nuevo en su propio ordenador.
Eso sí, el espiado podría recibir una notificación de las sesiones abiertas con su cuenta de WhatsApp. En esa lista, que puede consultar posteriormente, aparecería la dirección IP del ordenador donde se habrían leído esas conversaciones.
Otra opción, si no hay un ordenador a mano, es, al coger el móvil de la víctima, enviarte mediante bluetooth a tu propio terminal el historial de las conversaciones de la víctima, de modo que puedan ser ya revisadas con tranquilidad después. Este método, igualmente, apenas lleva unos escasos minutos.
Por supuesto, existen opciones para hackear una cuenta sin tener acceso físico al terminal de la víctima. En este caso, eso sí, el método requiere de la ‘colaboración’ del espiado, que tiene que picar el anzuelo al recibir un mensaje sospechoso. Habitualmente, estos mensajes-trampa alertan al usuario de que ya ha sido espiado o algo similar y le piden que haga click en un link para confirmar su identidad. A continuación, le piden que confirme esa información introduciendo un código de seguridad. En realidad, lo que está haciendo al introducir ese código es dar permiso al hacker a entrar en su cuenta.
De este modo, Albert Rivera y los técnicos tienen herramientas a su disposición para empezar una búsqueda que de con la persona que hubiera podido acceder a su cuenta de WhatsApp para espiar sus conversaciones.
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