Vigas metálicas y minimalismo: así es la impresionante casa de Rosalía en pleno centro de Barcelona
Rosalía está de plena actualidad porque ha sacado un nuevo disco
La fama de la cantante ha cruzado fronteras, pero su residencia está en Cataluña
Rosalía es propietaria de un inmueble que no está al alcance de todos
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Rosalía ha encontrado en el corazón de Barcelona un refugio que encarna su personalidad artística y su originalidad estética. Su casa en el barrio de Poblenou es mucho más que una residencia temporal: es el punto de encuentro entre la artista global y la mujer que nunca ha dejado de sentirse catalana. En un entorno urbano de pasado fabril, la intérprete de Motomami ha dado forma a un espacio que respira autenticidad, combinando la solidez de las vigas metálicas con la serenidad de un diseño minimalista.
En este piso, la luz natural se abre paso a través de grandes ventanales que transforman cada estancia en un escenario íntimo donde la calma y la creatividad se mezclan. No hay ostentación ni artificio: sólo una cuidada armonía entre la modernidad y las raíces, entre el acero y la madera, entre el arte y el silencio.
El inmueble, una antigua nave industrial reconvertida en vivienda, conserva su esencia original mientras se adapta a la vida contemporánea. Con unos 117 metros cuadrados, techos altos y un diseño que apuesta por los espacios abiertos, la casa refleja a la perfección la dualidad de Rosalía: fuerza y sutileza, pasado y vanguardia. El carácter del lugar se percibe en los detalles: las vigas vistas pintadas en negro contrastan con los suelos claros, los muebles de líneas puras conviven con piezas artesanales y las paredes blancas potencian la luminosidad del espacio.
Este equilibrio entre lo industrial y lo cálido convierte el hogar en un pequeño santuario urbano donde la cantante puede desconectar de la exposición mediática y reencontrarse con lo esencial. Cada objeto parece tener una historia, cada textura un significado, como si el interiorismo fuera una extensión natural de su música.
¿En qué barrio vive Rosalía?
El barrio de Poblenou, donde se encuentra la vivienda, también explica mucho del espíritu que envuelve la vida de Rosalía. Situado dentro del distrito de Sant Martí, este antiguo núcleo obrero se ha transformado en los últimos años en un laboratorio de ideas y tendencias. Donde antes había fábricas, hoy hay estudios de diseño, galerías de arte, oficinas tecnológicas y cafés de autor. Esa mezcla de tradición y modernidad define a la perfección a la artista, que se mueve con la misma soltura entre lo flamenco y lo experimental.
Pasear por la Rambla del Poblenou o por sus calles paralelas es entrar en un ecosistema donde la creatividad se respira en cada rincón, y no es casualidad que Rosalía haya elegido precisamente este entorno como su base emocional en España.

Desde las amplias cristaleras de su casa, la artista puede contemplar un barrio en constante movimiento, lleno de contrastes y de estímulos. La estructura metálica de su vivienda encaja con el paisaje de antiguas fábricas reconvertidas en lofts, y desde su terraza se adivina la vitalidad de un lugar que vibra con la innovación sin perder su alma barcelonesa. Esa misma tensión entre lo nuevo y lo clásico define su trayectoria musical y su forma de entender la vida. En Poblenou, Rosalía encuentra inspiración y el anonimato: una rareza para alguien de su fama. Allí puede pasear, trabajar o descansar sin el ruido de los focos, rodeada de vecinos que comparten la misma pasión por la creatividad. Es, en definitiva, su rincón de equilibrio entre la fama internacional y la intimidad cotidiana.
Un matrimonio de 50 millones
Su fortuna, estimada por Forbes en unos 50 millones de dólares, le permite mantener residencias en distintas partes del mundo, pero ninguna tiene el valor simbólico de su casa barcelonesa. Este rincón, discreto y elegante, no es un despliegue de lujo, es una declaración de principios: el éxito no está reñido con la sencillez. Rosalía ha invertido su patrimonio no solo en propiedades, también en empresas, colaboraciones y proyectos que refuerzan su independencia artística. A pesar de haber conquistado Los Ángeles, Miami y los escenarios de medio mundo, la cantante sigue encontrando en su piso de Poblenou el lugar donde todo comenzó.
Su carrera musical explica en buena parte esa prosperidad económica. Los álbumes El mal querer y Motomami la consolidaron como una de las artistas más influyentes del planeta y multiplicaron sus ingresos gracias a millones de ventas, derechos de autor y una gira internacional que agotó entradas en todos los continentes.
Cada concierto, cada colaboración con marcas globales y cada nuevo proyecto artístico han contribuido a construir una fortuna que crece año tras año. Sin embargo, más allá de las cifras, lo que distingue a Rosalía es su coherencia. En su casa de Poblenou, entre vigas metálicas y luz mediterránea, se refleja la esencia de una artista que ha sabido trascender modas sin renunciar a sus raíces. Su refugio barcelonés no es solo una vivienda: es la metáfora perfecta de su éxito, construido con esfuerzo, sensibilidad y una identidad inquebrantable.