Crimen de Meco

La víctima de Meco fue asesinada brutalmente por la espalda y con una sola arma

La víctima de Meco fue asesinada brutalmente por la espalda y con una sola arma
Un coche de la Guardia Civil @EP

Ni se emplearon dos armas diferentes en el crimen ni participaron varias personas como insinúan partes interesadas del caso. Según la información a la que ha tenido acceso OKDIARIO, de la investigación judicial del crimen de Meco se desprende que fue un único asesino armado con un solo cuchillo el que le provocó noventa heridas y cortes a la joven. La investigación determina, por el momento, que el presunto asesino es Sergio S. en prisión provisional acusado del crimen de su compañera de casa. Sergio y su novia compartían la vivienda con Miriam desde hacía un tiempo.

Los análisis forenses revelan la fotografía del crimen. El asesino se acercó por la espalda, le agarró de su ropa y empleando toda su fuerza le apuñaló decenas de veces. Las heridas son de un solo cuchillo de caza o pesca de tamaño apreciable. Muy similar al que la Guardia Civil halló en el domicilio del acusado. No es el arma del crimen, porque ésta se fracturó por la fuerza de la agresión, pero se parece mucho.

Las primeras heridas son por el ángulo y otros parámetros coincidentes con las que efectuaría un agresor de cierta altura por encima de la media. Una altura compatible, según fuentes del caso, con la del hasta ahora único procesado por el crimen.

El ataque tan brutal y sorpresivo impidió a Miriam defenderse. La víctima cayó al suelo y el agresor siguió acuchillándola sin piedad. Los perros no ladraron. O estaban sueltos como dice un testigo y la defensa de Sergio, o como dicen los investigadores no hicieron nada porque conocían al agresor. Sí ladraron cuando se acercó la pareja que cinco minutos después descubrió el cuerpo de Miriam.

La cuestión es que Miriam no se defendió. No pudo forcejear ni arañar a su asesino. El asesino tampoco se cortó, algo habitual al apuñalar con saña a su víctima, porque ese tipo de cuchillos tienen guardamanos para evitarlo.
Un testigo dice que Sergio tenía arañazos cuando acudió al velatorio de Miriam, para contradecirle la defensa de Sergio se remonta a la noche del crimen, cuando Sergio fue a declarar al cuartel de la Guardia Civil y se desnudó por completo a petición de los guardias. Ni rastro de heridas o arañazos. Los arañazos, dice, se los hizo después del crimen en su trabajo. Los guardias opinan que esa noche Sergio no presentaba arañazos porque Miriam no pudo defenderse.

Coartada: la play

La coartada de Sergio es que en el momento del crimen jugaba a la play en su casa. Se ha dicho que su coartada se viene abajo porque la play no registró actividad de juego en ese momento. La defensa aclara que la coartada sigue en pie porque esa consola no tiene juego online así que no registra la actividad del jugador aunque esté siendo utilizada. Los investigadores lo saben, y también que hay otras formas de averiguarlo. El caso sigue bajo secreto.

La defensa de Sergio argumenta que los guardias investigaron medio centenar de contactos de Miriam y en alguno podría estar el móvil sentimental y el presunto asesino. Cierto, fue al principio del caso, pero los perros de la Guardia Civil marcaron sangre en el coche y en la ropa que Sergio llevaba el día del crimen. Los reactivos de los guardias de criminalística confirmaron el diagnóstico de los perros. Se mandaron analizar para ver de quién era la sangre.

Ahora el juez espera esos resultados del laboratorio y los análisis biológicos recogidos en la ropa de la víctima. Será él quien decida con los resultados y el resto de la investigación en la mano.

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