Salía en Telecinco y desapareció sin dejar rastro: su nueva vida tras un accidente de coche

La protagonista de nuestra noticia ha ocupado las portadas de muchas revistas. También ha dado mucho de qué hablar en los platós, pero ahora no se sabe nada de ella. Hubo una época en la que Loly Álvarez era un rostro imprescindible en la televisión. La que fuera una de las figuras más llamativas de los programas de entretenimiento de finales de los 90 y principios de los 2000, ha vivido un auténtico cóctel de emociones en los últimos años. Tras tocar la gloria mediática, su vida dio un vuelco radical marcado por una traición inimaginable, problemas de salud que casi le cuestan la vida y una nueva ilusión. La artista acaba de dar una entrevista en Antena 3 y ha desvelado que está enamorada de una mujer.

Nacida en Toledo, Loly Álvarez alcanzó la fama gracias a su participación en programas de entretenimiento de Telecinco, especialmente en Crónicas Marcianas, donde compartió plató con figuras tan extravagantes como Paco Porras, Tony Genil, Leonardo Dantés o Yurena. Su presencia la catapultó a la popularidad, convirtiéndola en uno de los personajes más icónicos de la pequeña pantalla. Pero, ¿qué pasó para que lo perdiese todo? Ha estado a punto de quedarse en la calle, aunque afortunadamente la sangre no ha llegado al río.

La rivalidad con Yurena a raíz del éxito de la canción No cambié también contribuyó a aumentar su notoriedad. Loly reclamó durante años que ella había sido la verdadera creadora del tema, aunque finalmente Yurena se llevó el crédito. En el 2001, la ex colaboradora también protagonizó un sonado accidente cuando su coche se estrelló contra la emblemática fuente de Cibeles en Madrid. Este accidente de coche, según ella, pudo haberle costado la vida, pero otros aseguran que fue un montaje para llamar la atención.

Loly Álvarez, un personaje muy polémico

Pese a los escándalos, su popularidad se mantuvo estable hasta bien entrados los 2000, cuando su presencia en los medios comenzó a disminuir. En 2002 celebró una boda por todo lo alto con Ronny, un hombre con el que estuvo casada por casi dos décadas. La ceremonia fue digna de un espectáculo televisivo, con un despliegue de excentricidades que incluyó hasta un helicóptero. Sin embargo, los rumores de que el matrimonio no era legal surgieron de inmediato.

En 2019 regresó a la primera línea al participar en Supervivientes. Sin embargo, su paso por el programa fue fugaz, convirtiéndose en la primera expulsada. En aquel momento, también reveló problemas de salud que la aquejaban: le habían diagnosticado tensión ocular en ambos ojos, lo que aumentaba el riesgo de desarrollar un glaucoma irreversible. Pese a estas advertencias, decidió participar en el concurso antes de someterse a una operación para preservar su visión.

Durante esa época, también se habló de una crisis económica que la acechaba. Se informó que tenía una deuda de 70.000 euros y que su residencia, valorada en 270.000 euros, estaba en peligro. No obstante, logró superar ese obstáculo financiero. En aquel momento hubo mucha gente que le atacó, pues Loly había ganado mucho dinero en la etapa dorada de la televisión y nadie sabía dónde lo había metido.

La traición que cambió la vida de Loly

A pesar de que su vida no era idílica, Loly nunca imaginó la traición que vendría desde su entorno más cercano. Durante siete años, su esposo Ronny suplantó su identidad en redes sociales, engañando a decenas de personas y estableciendo relaciones virtuales bajo su nombre. Aprovechó los momentos en los que su esposa estaba enferma para llevar una doble vida.

El escándalo salió a la luz cuando Loly comenzó a recibir mensajes de desconocidas que afirmaban haber mantenido conversaciones con ella en redes. Después de investigar, descubrió que en realidad era su marido quien, utilizando sus perfiles, había estado hablando con otras mujeres. «Decía que le excitaba la idea de gustarle a otras mujeres usando mi identidad», ha confesado durante su aparición en Y ahora Sonsoles.

Cuando supo la verdad, decidió enfrentarlo. Tras un largo proceso legal, logró que Ronny abandonara su hogar y pudo recuperar el control de sus cuentas. Pero el dolor de la traición y la humillación la llevaron a replantearse su vida por completo.

Una mujer fuerte

Pese a todo lo que ha pasado, de las cenizas nace la fortaleza. Durante el proceso de reconstrucción personal, Loly encontró apoyo en una de las personas que la ayudaron a descubrir la verdad: Belinda. Su relación con ella comenzó como una amistad basada en la confianza y el respeto, pero con el tiempo se transformó en algo más. En estos momentos ambas comparten una relación sentimental estable y han construido un nuevo proyecto de vida juntas.

Lejos del frenesí mediático que marcó sus años de fama, Loly Álvarez vive un presente mucho más tranquilo. Ha dejado atrás los escándalos y se centra en su bienestar, cuidando de su salud y disfrutando de su nueva etapa sentimental. Aunque su nombre siempre estará ligado a una de las épocas más extravagantes de la televisión en España, su historia demuestra que nunca es tarde para empezar de cero.