¿Qué santos se celebran hoy, martes 26 de noviembre de 2024?
San Silvestre Gozzolini es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, martes 26 de noviembre de 2024? Cada día, la Iglesia Católica celebra a múltiples santos que dejaron huella con su ejemplo de fe y devoción. Este martes 26 de noviembre de 2024, se recuerda de manera especial a tres figuras de gran relevancia: San Silvestre Gozzolini, San Juan Berchmans y San Conrado de Constanza. Cada uno de ellos, en su propio contexto histórico y social, marcó la vida de sus seguidores y fortaleció la fe de quienes lo conocieron.
San Silvestre Gozzolini es recordado por su vida de ermitaño y su dedicación a la fundación de una comunidad monástica. San Juan Berchmans, por su parte, es un modelo de humildad y servicio, especialmente entre los jóvenes. Por último, San Conrado de Constanza destaca como ejemplo de renuncia y caridad, dedicando su vida a la fe y la construcción de iglesias en honor a santos venerados. A continuación, exploraremos más en detalle la vida y obra de cada uno de estos santos y además os vamos a enumerar al resto de santos que se celebran en este día.
San Silvestre Gozzolini
San Silvestre Gozzolini nació en el año 1177 en Ósimo, una localidad italiana. Proveniente de una familia noble, desde joven mostró inclinación hacia la vida religiosa y se convirtió en canónigo en su ciudad natal. Sin embargo, un acontecimiento trágico cambió su perspectiva de la vida. En 1227, tras la muerte de un amigo, se sintió profundamente conmovido por la fragilidad y la vanidad de la existencia humana, y decidió retirarse del mundo para vivir como ermitaño en una cueva en Grottafucile, en los Apeninos de Las Marcas. Su ejemplo pronto atrajo a discípulos que deseaban compartir su vida de recogimiento y entrega espiritual.
La comunidad de San Silvestre se trasladó en 1230 a Monte Fano, cerca de Fabriano, donde estableció una orden basada en la regla de San Benito. Su orden fue reconocida por el papa Inocencio IV en 1247, y ya para entonces había doce casas de los silvestrinos, caracterizadas por una vida de pobreza, abstinencia y un fuerte compromiso con el ayuno y la oración. San Silvestre también integró la predicación y la escucha de confesiones como parte de su labor, buscando no solo la vida contemplativa, sino también el servicio a las comunidades cercanas. Su espiritualidad fue alabada por el papa Juan Pablo II en 2001, quien destacó su vocación por combinar la contemplación con el ministerio espiritual.
San Juan Berchmans
San Juan Berchmans nació en 1599 en Diest, Bélgica, en una familia profundamente religiosa. Desde joven, mostró un gran interés por la vida eclesiástica y un deseo ferviente de convertirse en sacerdote. Comenzó sus estudios para el sacerdocio en la parroquia de Nôtre Dame, aunque su camino estuvo marcado por dificultades económicas. Gracias al apoyo de varios benefactores, continuó su educación mientras trabajaba en diversas tareas a cambio de ayuda financiera. En 1616, sintió el llamado a unirse a la Compañía de Jesús, optando por esta vocación sobre el sacerdocio diocesano, lo cual causó una ligera desilusión a su familia, que esperaba que, como sacerdote secular, pudiera ayudar económicamente en el hogar.
Como novicio jesuita, San Juan se destacó por su fervor en la vida religiosa y por buscar la santidad en las acciones ordinarias. Durante sus estudios en Roma, su dedicación fue tal que su salud empezó a resentirse debido al esfuerzo físico e intelectual que exigían sus exámenes. En agosto de 1621, tras una enfermedad que le debilitó rápidamente, Juan Berchmans falleció a los 22 años. A pesar de su corta vida, dejó un legado de entrega y devoción en cada tarea, resaltando el valor de la santidad en los actos cotidianos y el compromiso firme con su vocación religiosa.
San Conrado de Constanza
San Conrado de Constanza nació en una distinguida familia güelfa. Era el segundo hijo del conde Enrique de Altdorf, quien fundó la abadía de Weingarten en Würtemberg. Conrado estudió en la escuela catedralicia de Constanza y, tras ser ordenado sacerdote, fue designado preboste de la catedral. En el año 934, cuando falleció el obispo de Constanza, Conrado fue elegido para sucederlo, contando con el respaldo de San Ulrico de Augsburgo, con quien mantuvo una estrecha amistad.
Durante su episcopado, San Conrado se entregó por completo a la construcción y restauración de iglesias, además de brindar ayuda a los pobres. También fue un devoto peregrino, visitando tres veces los Santos Lugares en Jerusalén como un acto de penitencia y fervor religioso. Uno de los milagros que se le atribuyen ocurrió durante una misa de Pascua, cuando una araña cayó en el cáliz. A pesar de la creencia de que las arañas eran venenosas, San Conrado bebió del cáliz en señal de respeto a los sagrados misterios y no sufrió ningún daño.
San Conrado murió en 975, después de más de cuarenta años de servicio como obispo. Fue canonizado en 1123 y su devoción ha perdurado a lo largo de los siglos como símbolo de humildad y profunda fe.
Otros santos que se celebran el 26 de noviembre
Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:
- San Alipio el estilita
- San Amador de Autun
- San Amonio de Nitria
- San Básolo de Reims
- San Belino
- San Didio
- Santo Domingo Nguyen Van Xuyên
- San Esiquio (obispo)
- San Estyliano
- San Fausto (mártir)
- San Leonardo de Porto Maurizio
- San Nicón
- San Pacomio (obispo)
- San Siricio
- San Teodoro (obispo)
- Santo Tomás Dinh Viét Du
- Beata Cayetana Sterni
- Beata Delfina de Sabran
- Beato Hugo Taylor
- Beato Humilde Pirozzo
- Beato Jacobo Alberione
- Beato Marmaduco Bowes
- Beato Poncio de Faucigny