¿Qué santos se celebran hoy, martes 22 de octubre de 2024?
San Juan Pablo II es uno de los santos que destacan y se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, martes 22 de octubre de 2024? La Iglesia católica, fiel a su tradición milenaria, celebra cada día a diferentes santos que, con su vida y obra, han dejado una huella imborrable en la historia de la fe cristiana. El santoral, conocido por agrupar a estos personajes sagrados, es una fuente de inspiración y devoción para los fieles en todo el mundo. Cada jornada, los creyentes recuerdan a hombres y mujeres que, con su ejemplo, marcaron un camino de entrega y sacrificio. Este 22 de octubre de 2024, la Iglesia conmemora de manera especial a San Juan Pablo II, uno de los papas más amados y recordados del siglo XX.
En esta fecha también se recuerda a otras figuras importantes del santoral. Entre ellas, San Marcos de Jerusalén, un destacado obispo que jugó un papel crucial en los primeros tiempos del cristianismo, y San Abercio de Hierápolis, conocido por su labor como obispo y misionero, y considerado uno de los grandes evangelizadores de la antigüedad. Estos tres santos, cada uno en su contexto histórico, representan valores como la fe inquebrantable, el servicio a la comunidad y la expansión de la palabra de Dios en tiempos difíciles. Es importante conocer la vida de estos santos y entender el legado que dejaron. No sólo por su relevancia en la Iglesia, sino porque sus enseñanzas trascienden el tiempo y siguen siendo una guía espiritual para millones de personas en la actualidad. A continuación, se presenta un recorrido por la vida y obra de San Juan Pablo II, San Marcos de Jerusalén y San Abercio de Hierápolis, tres figuras que hoy ocupan un lugar destacado en el calendario litúrgico y os enumeramos además al resto de santos que se celebran en este día.
San Juan Pablo II
San Juan Pablo II, cuyo nombre de nacimiento era Karol Józef Wojtyła, fue uno de los papas más influyentes y carismáticos de la historia reciente. Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia, y su vida estuvo marcada por el contexto político y social de su país, que enfrentó grandes desafíos durante la Segunda Guerra Mundial y la posterior ocupación comunista. Ordenado sacerdote en 1946, Wojtyła fue ascendiendo en la jerarquía eclesiástica hasta ser nombrado papa el 16 de octubre de 1978, convirtiéndose en el primer pontífice no italiano en más de 450 años.
El pontificado de Juan Pablo II fue uno de los más largos de la historia, extendiéndose hasta su fallecimiento el 2 de abril de 2005. Durante su papado, viajó por el mundo, promoviendo un mensaje de paz, unidad y defensa de los derechos humanos. Se le atribuyen esfuerzos decisivos en la caída del comunismo en Europa del Este, particularmente en su natal Polonia, así como su compromiso inquebrantable con los jóvenes, a quienes dedicó las Jornadas Mundiales de la Juventud. Su carisma, cercanía y convicción lo convirtieron en un líder espiritual admirado tanto dentro como fuera de la Iglesia católica.
Fue canonizado el 27 de abril de 2014 por el papa Francisco, y su fiesta litúrgica se celebra cada 22 de octubre, día en que fue elegido como papa. San Juan Pablo II dejó un legado de valentía, espiritualidad y amor por la humanidad que perdura hasta el día de hoy. Para millones de fieles en todo el mundo, su figura representa una guía para enfrentar los retos del mundo moderno con fe y esperanza.
San Marcos de Jerusalén
San Marcos de Jerusalén es una figura menos conocida, pero de gran relevancia en los primeros tiempos de la Iglesia. Según la tradición, fue obispo de Jerusalén en el siglo I, una posición que lo colocó en el corazón de los eventos que marcaron el inicio del cristianismo. Marcos, a menudo relacionado con el Evangelio de su mismo nombre, tuvo un papel crucial en la consolidación de la fe cristiana en una época de persecución y grandes desafíos para los primeros creyentes.
Aunque no se dispone de mucha información sobre su vida, se sabe que fue un defensor incansable de la comunidad cristiana en Jerusalén. En medio de la ocupación romana y las tensiones entre judíos y cristianos, Marcos logró mantener viva la fe y guiar a los fieles en momentos de incertidumbre. Su vida estuvo marcada por la evangelización y la protección de los valores cristianos, que en esos tiempos aún estaban en proceso de definición y consolidación. Se cree que fue un hombre de gran sabiduría y humildad, características que lo convirtieron en un líder respetado y querido por su comunidad.
La Iglesia lo recuerda cada 22 de octubre, reconociendo su labor como pastor y guía espiritual en tiempos difíciles. San Marcos de Jerusalén, con su dedicación y entrega, es un ejemplo de cómo la fe puede ser un pilar de fortaleza en los momentos más oscuros, y su legado sigue vivo en los corazones de aquellos que buscan inspiración en la historia de los primeros cristianos.
San Abercio de Hierápolis
San Abercio de Hierápolis, también conocido como Abercio el Taumaturgo, fue obispo de Hierápolis, una antigua ciudad ubicada en la actual Turquía. Vivió en el siglo II y es recordado principalmente por su labor misionera, llevando el mensaje del Evangelio a regiones donde el cristianismo aún no había echado raíces. Su vida está envuelta en cierta leyenda, pero lo que es indudable es su impacto en la expansión del cristianismo en Asia Menor.
Abercio fue un defensor firme de la fe en un tiempo en que la persecución contra los cristianos era una constante. Se dice que realizó numerosos milagros, lo que le valió el título de «taumaturgo» o hacedor de maravillas. Sin embargo, su mayor contribución fue la construcción de una comunidad cristiana fuerte y unida en Hierápolis, a pesar de la oposición del Imperio Romano. Sus enseñanzas, basadas en la sencillez y el amor al prójimo, llegaron a muchas personas y contribuyeron a la expansión del cristianismo en regiones alejadas de los grandes centros urbanos de la época.
Uno de los elementos más fascinantes de su historia es su epitafio, considerado una de las inscripciones cristianas más antiguas que se conservan. En él, Abercio hace referencia a su fe, a su vida de viajes misioneros y al impacto que el cristianismo tuvo en su vida. Este epitafio ha sido objeto de estudio por parte de historiadores y teólogos, ya que ofrece una visión única de los primeros tiempos del cristianismo. La Iglesia lo celebra cada 22 de octubre, recordando su labor incansable y su fe inquebrantable.
Otros santos que se celebran el 22 de octubre
Junto a los mencionados, en este 22 de octubre se celebra también a estos otros santos:
- Santa Alodia de Huesca
- San Benito de Massérac
- Santa Córdula
- San Donato Scoto
- San Leotadio de Auch
- San Lupencio de Chalons
- San Malón de Rouen
- San Moderano de Berceto
- Santa Nunilona de Huesca
- San Valerio de Langres
- San Verecundo