El padre de las niñas de Tenerife presumía de haber quemado su coche para cobrar el seguro
Nuevas revelaciones en el caso de las niñas desaparecidas en Tenerife presuntamente secuestradas por su padre. Según se ha conocido hoy, el padre habría quemado en su día uno de sus coches para cobrar el seguro, engañando a la compañía y alardeando posteriormente de ello.
Lo ha contado Joaquín Amills, que es el presidente de SOS Desaparecidos y hace las veces de portavoz de Beatriz, la madre de las dos niñas desaparecidas, Anna y Olivia, de 1 y 6 años, a las que se les perdió la pista el 27 de abril. Aquel día, el padre, Tomás Gimeno, tenía que devolvérselas a la madre, de la que se había separado en verano del pasado año 2020. Pero las niñas nunca volvieron con su madre.
El portavoz Joaquín Amills ha relatado un hecho del pasado, que ayuda a completar y comprender el perfil psicológico de Tomás Gimeno, el hoy desparecido padre y a quien se busca día y noche sin descanso. Según ha contado en Antena 3, Gimeno quemó un coche de su propiedad con la intención de cobrar un seguro. Se trataba de un Fiat Stilo de color amarillo y, como ha detallado Amills, «era algo de lo que él alardeaba. Demuestra lo meticuloso que llega a ser Tomás cuando tiene un reto y el tema del coche, más allá de cobrar del seguro, era un reto para salirse con la suya, un engaño». Este episodio sucedió en el año 2008.
Precisamente, la búsqueda de las pequeñas ha entrado estos días en una nueva fase, toda vez que el domingo llegó para colaborar en los trabajos un buque equipado con un sonar y un radar que permitan rastrear algún tipo de pista en el fondo del mar.
Según contaron los padres de Tomás Gimeno, el sospechoso de haber raptado a sus dos hijas, éste tenía un comportamiento peculiar el día de la desaparición que posteriormente ellos han entendido como un ánimo a despedida. Varios amigos de este individuo también recibieron mensajes durante la noche de la desaparición a los que le sacaron una lectura similar, «de despedida».
Tal y como recogieron las cámaras de seguridad del puerto Marina Tenerife, Gimeno llegó portando dos grandes macutos y una maleta. Los llevó hasta su barca y los cargó para entrar al mar, donde pasó cerca de dos horas. Durante ese rato, recibió una llamada de su ex mujer para recordarle que tenía que devolverle a sus hijas, y le respondió que «no vas a volver a ver más a las niñas, tampoco a mí». Añadió: «No te preocupes, que yo me encargaré de las niñas, me encargaré bien de ellas», para finalizar espetándole que «no vas a volver a saber nada más de nosotros».
Tras regresar al puerto, y al ser interceptado por dos agentes -porque estaba ya incumpliendo el toque de queda horario-, estos comprobaron que en el barco no había bultos sospechosos, esto es, ni rastro de esas dos maletas grandes que sí aparecen en las grabaciones de las cámaras de seguridad. Gimeno volvió a desaparecer en su barca y al día siguiente, ésta apareció vacía, sin rastro de nadie aunque, eso sí, pequeños restos de sangre.
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