Nueve fuegos continúan descontrolados en Galicia, donde ya han ardido casi 6.000 hectáreas

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Un bombero de Vilagarcía de Arousa en uno de los incendios de Pontevedra, este martes de madrugada. (EFE)

Todo comenzó con una ola de calor el pasado fin de semana en Galicia y el norte de Portugal. Temperaturas de casi 40 grados a la sobra en las provincias de Coruña, Pontevedra y Orense ponían en alerta a las autoridades por la alta probabilidad de incendios. Pero la realidad ha sido mucho peor que las previsiones y los pirómanos han aprovechado la circunstancia y la llegada de fuertes vientos para provocar decenas de focos por los montes gallegos. Así, la superficie quemada desde este lunes en la sucesión de incendios que asola a Galicia superan ya las 5.700 hectáreas.

Al mismo tiempo, nueve fuegos se mantienen todavía fuera de control, cuatro de ellos en las proximidades de núcleos poblados. La Xunta mantiene, pues, el nivel de alerta en Santiago, Porto do Son (A Coruña), Arbo y Crecente (Pontevedra).

El de mayor magnitud es el de Arbo, que ha arrasado ya 1.515 hectáreas. Activo desde las 20,23 horas de este miércoles, cuando el viento soplaba con especial virulencia, el fuego se inicio en la parroquia de Mourentán.

En Porto do Son llevan ardidas unas 880 hectáreas, en un incendio que, tras comenzar en Baroña, también afecta a Xuño y Caamaño y obligó a desalojar a más de 700 personas.

En Santiago, las hectáreas calcinadas por ahora son 800. La denominada ‘situación 2’ por cercanía a las casas, en concreto en el núcleo de Vilar do Rei. Mientras, en Crecente, las llamas han acabado con unas 200 hectáreas de superficie.

Activos y controlados

Otros cinco fuegos se mantienen activos, fuera de control, pero sin grandes variaciones en cuanto a las hectáreas quemadas. Son los de Vimianzo (70 hectáreas), Cee (180), Avión (345) y los dos de Soutomaior (en la parroquia homónima, 230 hectáreas, y en Arcade, 400).

Por su parte, los incendios de Tenorio y Viascón, en Cotobade (365 y 40 hectáreas arrasadas, respectivamente); Lérez, en Pontevedra (17), Mondariz (200) y Caldas de Reis (300) se encuentran bajo el control de los medios, pero todavía no han sido dados por extinguidos, como sí lo ha sido el de Fisterra (tras quemar 28 hectáreas). A estos fuegos hay que sumar los también ya apagados en Ribeira (81,7 hectáreas) y Cee (100, pero sólo 21 forestales, ya que el resto son acantilados y terreno pedregoso).

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