Sigue sin resolverse el asesinato del alcalde

El jurado absuelve a los acusados del crimen de Polop por cinco votos contra cuatro

Polop
Una de las sesiones del juicio por el crimen del alcalde de Polop

Trece años después, el asesinato a tiros del alcalde del municipio alicantino de Polop,  Alejandro Ponsoda, sigue siendo una incógnita. El jurado popular acaba de declarar no culpables a los siete acusados de encargar el asesinato para hacerse con el poder municipal e inmobiliario de la zona. El veredicto favorable a los acusados se da por un estrecho margen de cinco votos a favor y cuatro en contra del total de nueve miembros que componen el jurado.

El jurado ha absuelto al concejal Juan Cano, que sucedió a la víctima en el cargo, y a los otros seis acusados porque no considera probado que en aquella época conspiraran desde el club de alterne Mesalina para encargar el asesinato a tres sicarios. Así el jurado sólo ha necesitado un día de deliberación para exonerar al ex alcalde Juan Cano, al empresario Salvador Ros, a los propietarios y gerentes del prostíbulo Pedro Hermosilla y Ariel Gatto y también a los tres sicarios, dos checos y un español.

El jurado reunido desde las 13:00 horas del lunes ha respondido a las 39 preguntas del objeto del veredicto de forma favorable a los acusados.  Entre algunas de las preguntas que han contestado de forma negativa se encuentran la cuestión de si consideran probado que los acusados habían ofrecido 35.000 euros al testigo protegido para que cometiera el crimen en primera instancia antes de supuestamente ofrecerle una cantidad cercana a los 50.000 euros a los otros tres sicarios checos y españoles.

“El testimonio del testigo protegido ha quedado en entredicho desde el principio de la instrucción” según Francisco González, abogado del propietario del club de alterne. Desde el inicio de la instrucción el letrado fue muy crítico con el testigo protegido al que acusó de mentir para beneficiarse ya que era objeto de una investigación por tráfico de anabolizantes”.

González nunca creyó al testigo, convertido por la dificultad de la investigación en el argumento principal de un crimen con motivaciones urbanísticas según la fiscalía.  Tal fue la dificultad que los siete acusados fueron detenidos por la Unidad Central Operativa casi dos años después del crimen, cuando salió a la luz por vez primera el testigo protegido (un ex mercenario ). Tras menos de un año en prisión todos fueron saliendo tras pagar sus fianzas y esperaban con ansia éste desenlace.

Les pedían hasta 25 años de cárcel y han resultado absueltos por el jurado popular por un estrecho margen de 5 votos contra 4.

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