LITOPEDIA

Hallan un feto calcificado hace 30 años en el vientre de una mujer y muere en la operación para extraerlo

La calcificación del feto es provocada por una enfermedad poco común

Feto calcificado
Feto calcificado durante la resonancia.

Una mujer ha fallecido después de someterse a una operación para quitarse un feto que tenía calcificado desde hace 30 años. La víctima, de 81 años y de origen brasileño, acudió al hospital en el estado de Mato Grosso do Sul tras una caída y allí descubrieron que tenía una infección grave. Tras hacerle una tomografía, el equipo médico descubrió que la mujer tenía un «feto calcificado» en el vientre.

Fue entonces, cuando el equipo médico de urgencias decidió realizar la extracción quirúrgica del feto con el objetivo de controlar la «grave infección» que sufría la mujer y que «amenazaba su vida». Finalmente, acabó falleciendo el día siguiente a la intervención.

La mujer tenía el feto desde hace unos 30 años, cuando estuvo embarazada por última vez. En este sentido, sus familiares han explicado a medios locales que era indígena y que tenía mucho miedo a los médicos y los análisis, por lo que no solía acudir a los centros sanitarios y siempre recurría a remedios alternativos.

¿Por qué se calcificó el bebé?

Una vez que los médicos pudieron investigar la causa del por qué el feto se calcificó, llegaron a la conclusión de que la anciana sufría de litopedia. Esta es una enfermedad muy poco común que se basa en que una mujer está gestando a un niño fuera de la cavidad uterina.

Según el portal médico Reproducción Asistida, el embrión empieza su crecimiento durante «12 semanas», donde ya no consigue sobrevivir y muere. Además, el cuerpo, en lugar de absorber o expulsar el feto, lo empieza a calcificar. En el proceso el calcio empieza a deshidratar el tejido, formando así el fenómeno llamado bebé de piedra. Este puede tener lugar sin tener ningún síntoma aparente y solo una prueba de imagen podría revelar su existencia.

Por lo general, una situación de muerte fetal puede, o no, detectarse a tiempo. Los avances médicos hacen que estas situaciones sean más fáciles de detener para que no se produzcan casos anómalos como los de la litopedia. Aunque un feto calcificado pueda durar asintomáticamente durante años, hay ocasiones que un fuerte dolor abdominal pueda estar detrás de este fenómeno.

Tipos de embarazos poco comunes

Algunos de los embarazos menos comunes que pueden existir, aparte de la litopedia, involucran más la parte de dar a luz al niño que la propia gestación. Algunos son:

  • Nacer con la bolsa amniótica intacta. Este inusual acontecimiento se conoce con varios nombres: parto velado, bebé enmantillado, o con toquilla. Lo habitual es que la bolsa del líquido amniótico se rompa a lo largo del parto, lo que tradicionalmente se conoce como romper aguas (o romper fuente). En algunas mujeres, ocurre poco después de las primeras contracciones. Incluso es uno de los síntomas de parto. Pero esta imagen no siempre es así.
  • Embarazo ectópico. Este tipo de embarazo no siempre da síntomas, por eso es difícil que se detecte a tiempo. Puede resultar grave para la madre y casi siempre acarrea la pérdida del bebé. Las causas no siempre se conocen, pero existen algunas situaciones que incrementan el riesgo de embarazo ectópico, que se da en una de cada 200 gestaciones. Algunos de los síntomas, si se da, son: dolor abdominal punzante, pequeño sangrado vaginal y una fuerte hemorragia.
  • Parto por sorpresa. En este caso, la mujer, generalmente por motivos y trastornos psíquicos, ignora los síntomas más evidentes del embarazo como la falta de regla o el abultamiento, e incluso las patadas del bebé, y los achaca a otras situaciones, como problemas con la regularidad de la menstruación, engordar por llevar una dieta poco sana o pensar que los movimientos del bebé son movimientos intestinales.

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