Búsqueda de Blanca Fernández Ochoa

Hallado el cuerpo sin vida de Blanca Fernández Ochoa

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Pelayo Barro

El cuerpo sin vida de Blanca Fernández Ochoa ha sido hallado en la sierra de Madrid, en la zona donde se le buscaba desde que el pasado domingo 1 de septiembre se localizase su vehículo –un Mercedes de Clase A– en un aparcamiento de La Dehesa de Cercedilla.

El operativo de búsqueda de la ex esquiadora ha llegado a su fin. El cadáver de la esquiadora ha sido hallado muy cerca del pico de La Peñota, donde se la iba a buscar por la tarde después de que un vecino declarara que se la encontró el pasado 24 de agosto y Fernández Ochoa le dijera que se dirigía hacia allí. La Peñota (1.945 metros de altitud que se alzan en el límite provincial de Madrid y Segovia) era uno de los picos más frecuentados por la deportista.

El cuerpo ha sido descubierto por el perro de un agente de la Guardia Civil fuera de servicio que paseaba esta mañana por la zona. El cuerpo se hallaba en una zona entre la cumbre de La Peñota y el Pino de San Roque, un emblemático árbol de la sierra madrileña con más de 200 años de antigüedad.

El cadáver fue encontrado junto a su mochila, donde se encontró un ticket de compra de un supermercado con fecha del 24 de agosto. Ese fue el día en que una cámara le captó en ese mismo establecimiento de Pozuelo de Alarcón. Compró únicamente queso. Eso, junto a la descripción de su ropa y sus zapatillas, fue lo que permitió a los investigadores conocer que se trataba de la ex esquiadora.

El cuerpo presentaba signos de descomposición, por lo que los investigadores concluyeron que podría llevar muerta más de una semana.

Medicamentos

Entre las pertenencias que llevaba consigo la ex esquiadora no se halló ningún saco de dormir, pese a que las búsquedas que realizó en internet mostraban que tenía intención de adquirir uno especial para realizar acampadas al aire libre.

Además se hallaron multitud de medicamentos, todos ellos con prescripción médica. Según confirmó la familia a OKDIARIO, Blanca tomaba varias pastillas para su trastorno de bipolaridad, que sufría desde hacía décadas, y para su lesión de rodilla. Entre ellos había algunos con base de litio, un tratamiento muy frecuente para esta dolencia psiquiátrica.

Carreras y un cuerpo

Todo se precipitó a partir de la una de la tarde, cuando el centro de control del operativo instalado en Las Dehesas, muy cerca de donde se encontró el vehículo de Blanca, recibió una confirmación: habían encontrado un cadáver.

Instantes después, un agente de la Guardia Civil salió corriendo desde el epicentro de las labores de búsqueda junto a un perro de rastreo, se montó en su vehículo y se marchó del lugar a toda velocidad. A los pocos minutos comenzaron a llegar las primeras confirmaciones del hallazgo. El cuerpo era el de una mujer y muy posiblemente fuera Blanca. «No puede ser que no sea Blanca» advertían fuentes próximas a la investigación a OKDIARIO, que recordaban que no existía ninguna alerta de desaparición en la zona más allá de la de Blanca.

Hasta una zona próxima al hallazgo del cuerpo se desplazó una comitiva de investigadores de Criminología de la Guardia Civil. Un total de siete vehículos que llevaban a bordo material para realizar una primera exploración. Entre el material eran visibles los maletines negros con la etiqueta ‘autopsias’. Los efectivos de la unidad pusieron rumbo al lugar donde estaba el cuerpo siguiendo una senda complicada.

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Vehículos de Criminología de la Guardia Civil en el acceso al lugar donde fue hallado el cadáver de Blanca Fernández Ochoa.

Serían sin embargo miembros de los GEO de la Policía Nacional y un helicóptero del CNP los encargados de mostrar las primeras imágenes de la camilla con los restos mortales de la ex esquiadora. La imagen fue captada en el campo de fútbol de Cercedilla, el lugar desde el que han estado operando los medios aéreos durante todas las labores de búsqueda.

A partir de ahora la investigación policial deberá determinar las circunstancias de su fallecimiento, después de una misteriosa desaparición que ha mantenido en vilo a toda España durante alrededor de 11 días. La primera exploración ofreció signos de una caída, aunque la Policía Nacional advirtió posteriormente que se barajaba una muerte no accidental.

Desaparecida desde el 24 de agosto

La última vez que se vio con vida a la deportista, medallista olímpica en los Juegos de Invierno de 1992, fue el pasado 24 de agosto. Aquel día una cámara de videovigilancia de un supermercado pudo captar la imagen de la esquiadora adquiriendo una serie de productos. Había informado a su familia de que se disponía a ir unos días al norte, a Asturias presumiblemente, a pasar unos días en una casa rural.

Desde la aparición de su vehículo en el aparcamiento próximo a Cercedilla se ha buscado con intensidad a Fernández Ochoa. El operativo de rescate activado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ha sido declarado el más amplio de la historia de la Comunidad de Madrid.

En total, unos 400 efectivos diarios -entre Policía, Guardia Civil, bomberos y voluntarios- se han afanado en revisar escrupulosamente este paraje de la sierra madrileña. La única pista que se había obtenido hasta ahora era un ligero rastro olorífico señalado por dos perros en una senda cuyo inicio se encontraba apenas a un centenar de metros de donde fue hallado el coche de la deportista. Sin embargo los animales perdieron el rastro poco después. Posiblemente, explicaban a OKDIARIO fuentes de la investigación, a causa de la contaminación del escenario por lo multitudinario del equipo de búsqueda.

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