Fundación ”la Caixa” impulsa acciones con impacto real para favorecer la vida de los refugiados
Es posible que en alguna ocasión les haya pasado. Uno va por la calle, en el metro, en el autobús o está haciendo la compra y piensa, aunque sea durante unos segundos, que todas las personas que tenemos a nuestro alrededor tienen una historia personal detrás. Y es así, efectivamente, todo individuo posee una historia propia que brinda a sus semejantes la oportunidad de mostrar y demostrar solidaridad, normalmente guiada por la empatía y el sentido de la justicia.
Eso sí, para tender nuestra mano debemos conocer la vida que hay tras las personas, ya que sólo de este modo somos conscientes de que hay realidades muy diferentes alrededor del mundo. Por ello, es importante dar difusión a las historias humanas que hay detrás de los millones de personas que deben abandonar sus hogares de origen de manera forzosa, normalmente por conflictos bélicos, y la importancia de tejer un entramado social y cooperación internacional que les ayude a favorecer su día a día en sus países de acogida y a reconstruir sus vidas, devolviéndoles la esperanza de un futuro próspero y tranquilo.
120 millones de personas forzadas a abandonar su hogar
Debemos tener en cuenta que, según datos del informe ACNUR Tendencias Globales, alrededor de 120 millones de personas en el mundo han sido forzadas a abandonar su hogar. De esa cifra, de acuerdo con el mismo informe, cerca de 43,4 millones son refugiadas y alrededor del 40% tiene menos de 18 años.
Las principales causas de estos desplazamientos son la persecución, los conflictos, la violencia, la violación de sus derechos humanos, así como acontecimientos que perturban gravemente el orden público.
Apoyando al bienestar infantil
Por ello, hay organizaciones como Fundación ”la Caixa” que tienen activos diversos proyectos para mejorar la vida de las personas refugiadas y desplazadas. Un compromiso con este colectivo que nació hace 22 años, convirtiendo a la entidad en el primer socio privado de ACNUR en España. Durante este tiempo, juntos han impulsado 14 proyectos centrados en cubrir las necesidades más básicas en campos de refugiados y comunidades de acogida, ayudando a mejorar las condiciones nutricionales de niños menores de cinco años.
Bajo esta acción, destaca el iniciado en 2017: el Proyecto MOM en Etiopía, uno de los países con más personas refugiadas del mundo debido a la llegada de personas de Sudán del Sur y Somalia, con el que ha aportado ocho millones de euros destinados a la financiación de soluciones innovadoras que abordan la emergencia crónica de la desnutrición infantil en los campos de refugiados, elevando la supervivencia de los niños menores de cinco años, gracias a la introducción de nuevas metodologías y tecnologías.
Una de las formas en las que opera el Proyecto MOM es la aplicación de metodologías de intervención conocida como IYCF, Infant and Young Child Feeding Practices, la cual promueve nuevos hábitos de correcta alimentación y salud. Además, lucha contra la malnutrición severa y lo hace, por ejemplo, formando a las madres en la detección temprana de la malnutrición, la aplicación de sistemas de monitoreo y evaluación de la evolución nutricional infantil o puesta en marcha de una solución tecnológica de big data, etc.
Sobre el impacto de las acciones del proyecto MOM en Etiopía, la directora del Departamento de Programas Internacionales de Fundación ”la Caixa”, Ariadna Bardolet, destaca que en espacios de crisis humanitarias crónicas, como es la de este país, «es crucial una colaboración entre instituciones basada en la confianza y en objetivos comunes como la que une a nuestra Fundación y a ACNUR desde hace más de veinte años».
El impacto real de las acciones MOM
El impacto del proyecto MOM en Etiopía es real. Desde los inicios de la iniciativa, más de 1,5 millones de personas han sido apoyadas, de las cuales más de 920.000 son niños menores de cinco años; se ha reducido la desnutrición agua grave en un 58% y ha bajado la tasa de mortalidad infantil un 18% en el país.
El poder de la educación
UNICEF detalla que la cifra de niños desplazados y refugiados supera los 50 millones, de esta cifra casi 15 millones están en edad escolar, y más de la mitad de los mismos, apuntan desde ACNUR, no reciben educación escolar.
Por ello, para cubrir esta carencia tan importante entre las personas refugiadas, Fundación ”la Caixa” tiene activo el programa ProFuturo, impulsado en colaboración con Fundación Telefónica. Contribuye, entre otros aspectos, a mejorar las condiciones de las personas desplazadas o refugiadas o que se encuentran en situación de emergencia, muy especialmente, de los más pequeños. Para ello, proporciona innovación educativa con tecnología a docentes y una educación digital de calidad a los niños y niñas de entornos vulnerables
ProFuturo lucha por reducir la brecha educativa en todo el mundo, impulsando una educación digital de calidad entre los niños de entornos vulnerables de países de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia.
La educación es un elemento imprescindible para cualquier sociedad, pues tiene el poder de transformar a las personas y construir escenarios más inclusivos, equitativos y favorables para el desarrollo humano. Conscientes de la potencia de la educación y la formación, Fundación ”la Caixa” impulsa programas que se dirigen a comunidades en desarrollo que tienen obstáculos para el acceso a una formación de calidad, cercenando sus oportunidades de futuro.
ProFuturo ofrece una plataforma con contenidos universales y recursos digitales personalizables que permiten la incorporación de recursos locales y de terceros para una mejor adaptación al contexto local del aprendizaje. En ProFuturo, además, resuelven el problema de la falta de conectividad trabajando offline, un detalle que facilita el acceso a los contenidos a todo el mundo.
En este proyecto trabajan docentes con formación específica en competencias pedagógicas y digitales; a disposición de los alumnos está la citada plataforma digital que brinda experiencias de aula innovadoras y se hace una monitorización y evaluación de los resultados. También, con el fin de mejorar los procesos, hay un intercambio permanente de conocimientos entre profesores de todo el mundo con el fin de dar respuesta de manera conjunta a los desafíos que puedan aparecer.
En el proyecto ProFuturo participan 39 países del mundo, más de 5.000 escuelas y se han beneficiado ya más de 1,1 millones de niños sólo en 2023.