Dos mujeres denuncian abusos sexuales de otro residente en una casa ‘okupa’ de Barcelona

Dos mujeres denuncian abusos sexuales de otro residente en una casa ‘okupa’ de Barcelona
Fachada de la Casa de Cádiz de Barcelona. Foto: EP

Dos mujeres han denunciado haber sufrido abusos sexuales por parte de un residente de Okupa Casa Cádiz de Barcelona, donde viven personas sin hogar del barrio de la Sagrada Familia. El acusado no es Lagarder Danciu, líder del proyecto, aunque sobre él también constan denuncias.

Los Mossos d’Esquadra han explicado que las mujeres presentaron las denuncias y el presunto autor declaró el miércoles por la tarde en dependencias policiales en una investigación que sigue abierta.

El pasado 25 de mayo un joven de 19 años denunció al líder del proyecto, Danciu, por abusos sexuales y también otra mujer lo había denunciado el 18 de abril, y este se entregó a los Mossos antes habiendo denunciado ante el juzgado de guardia de Barcelona calumnias e injurias.

Conflictos con okupas

Hace unos días los vecinos del centro de Molins de Rei (Barcelona) vivieron un momento de máxima tensión cuando varias personas protagonizaron una brutal reyerta con palos y hoces en plena calle. Según los testigos, que pudieron grabar varios vídeos que están sirviendo a la Policía Nacional para investigar los hechos, se trataba de varios okupas que viven por la zona.

En las grabaciones se puede apreciar como dos hombres salen a correr después de que un tercero los persiga con una hoz en la mano. Una vez encara la calle principal, podemos ver como este hombre recoge lo que parece una sudadera y se encara con otro sujeto que parece llevar una palo en la mano.

Según testigos se pudo escuchar gritos de «te voy a matar» mientras estos grupos se enfrentaban en pleno centro de Molins de Rei. Una vez los agentes de los Mossos d’Esquadra se personaron en la zona, los implicados desaparecieron corriendo de la zona.

La policía denunció hace semanas que tres viviendas de esta zona habían sido ocupadas, por lo que ahora mismo están esperando que las autoridades decreten el cierre de estas viviendas y saque a los ocupantes ilegales de allí.

El papel de Colau

La complicidad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con los okupas en Barcelona ha propiciado la creación de una red mafiosa que se dedica a extorsionar a los propietarios de las viviendas para conseguir dinero. El mecanismo es sencillo: ocupar pisos para pedir dinero a cambio de abandonarlos. “No vayan a salir, en una semana nos van a ofrecer 3.000 euros”, se puede escuchar en este audio al que ha tenido acceso OKDIARIO en el que uno de los participantes en estos actos presuntamente delictivos avisa al resto de okupas de la rentabilidad que obtendrán si no desalojan el edificio.

Casas ocupadas, cerraduras cambiadas e imposibilidad de recuperar las viviendas. Es el panorama que los dueños del edificio encontraron al llegar tras el aviso de la empresa de seguridad que protegía la propiedad. Pero la ocupación no había terminado. Otras personas continuaron entrando en el edificio ante la mirada de los propietarios a los que se instó a no impedir la entrada de nuevos okupas. “Los mossos nos dijeron que no podían desalojar, que había niños y ancianos. Pero además, no nos permitieron impedir que entraran más en el edificio”, se quejan fuentes de la constructora.

Los okupas conocen los problemas que supone para los propietarios los largos plazos judiciales para conseguir revertir una ocupación. Este audio al que ha tenido acceso OKDIARIO, enviado por uno de los okupas al resto a través de WhatsApp, se relata cómo uno de los organizadores de la ocupación intenta sacar el mayor beneficio económico a su ‘hazaña’: «Estamos negociando porque no encuentran manera de sacarnos. No vayan a salir. Están ofreciendo 2.000 euros pero a mí me han ofrecido 2.300 y ustedes saben cómo va esto. En una semana nos van a ofrecer 3.000, y en dos semanas nos van a ofrecer 5.000 porque esta gente quiere su piso y va a pagar lo que sea para entrar ya».

Finalmente, los propietarios tuvieron que pagar a los okupas para poder solucionar la situación. Según han informado fuentes directas, «se pagó más a los organizadores de la ocupación que al resto de okupas».

Además, los vecinos tuvieron un papel importante al organizar una protesta frente al edificio para exigir su desalojo. La propia empresa constructora reconoce que «sin la ayuda de los vecinos hubiese sido mucho más difícil».

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