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Los okupas de Colau se ríen de los propietarios: «No saben cómo sacarnos, si aguantáis nos darán 3.000 €»

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La complicidad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con los okupas en Barcelona ha propiciado la creación de una red mafiosa que se dedica a extorsionar a los propietarios de las viviendas para conseguir dinero. El mecanismo es sencillo: ocupar pisos para pedir dinero a cambio de abandonarlos. “No vayan a salir, en una semana nos van a ofrecer 3.000 euros”, se puede escuchar en este audio al que ha tenido acceso OKDIARIO en el que uno de los participantes en estos actos presuntamente delictivos avisa al resto de okupas de la rentabilidad que obtendrán si no desalojan el edificio.

El sábado pasado un grupo de okupas se coló por la azotea de un edificio recién construido. Lo hicieron accediendo por el colindante y consiguiendo así entrar en los nuevos pisos.

Casas ocupadas, cerraduras cambiadas e imposibilidad de recuperar las viviendas. Es el panorama que los dueños del edificio encontraron al llegar tras el aviso de la empresa de seguridad que protegía la propiedad. Pero la ocupación no había terminado. Otras personas continuaron entrando en el edificio ante la mirada de los propietarios a los que se instó a no impedir la entrada de nuevos okupas. “Los mossos nos dijeron que no podían desalojar, que había niños y ancianos. Pero además, no nos permitieron impedir que entraran más en el edificio”, se quejan fuentes de la constructora.

Los okupas conocen los problemas que supone para los propietarios los largos plazos judiciales para conseguir revertir una ocupación. Este audio al que ha tenido acceso OKDIARIO, enviado por uno de los okupas al resto a través de WhatsApp, se relata cómo uno de los organizadores de la ocupación intenta sacar el mayor beneficio económico a su ‘hazaña’: «Estamos negociando porque no encuentran manera de sacarnos. No vayan a salir. Están ofreciendo 2.000 euros pero a mí me han ofrecido 2.300 y ustedes saben cómo va esto. En una semana nos van a ofrecer 3.000, y en dos semanas nos van a ofrecer 5.000 porque esta gente quiere su piso y va a pagar lo que sea para entrar ya».

Finalmente, los propietarios tuvieron que pagar a los okupas para poder solucionar la situación. Según han informado fuentes directas, «se pagó más a los organizadores de la ocupación que al resto de okupas».

Además, los vecinos tuvieron un papel importante al organizar una protesta frente al edificio para exigir su desalojo. La propia empresa constructora reconoce que «sin la ayuda de los vecinos hubiese sido mucho más difícil».

Vecinos protestando por la ocupación
Vecinos protestando por la ocupación

El procedimiento

Las ocupaciones se han convertido en Barcelona en una auténtico mecanismo de chantajes para sacar la mayor rentabilidad apoyándose en las facilidades de las que disponen los okupas para ello.

En este sentido se presentan distintas figuras, la primera es la de los ‘organizadores’ y la segunda, la de los okupas. Éstos son los primeros en entrar a las casas para, luego, revender la propiedad que, por supuesto, no es suya. De esta manera cuentan con dos beneficios: la de convertirse en interlocutores entre los okupas y propietarios – y sacar así dinero extra por ello- y la de embolsarse el dinero que los okupas les abonan para acceder a las viviendas de manera ilegal.

La segunda figura es la de aquellos que ocupan las casas pagando una cantidad de dinero para luego alegar que desconocían que se tratase de algo ilegal. “Suelen preferir que sea gente con niños pequeños, ancianos o enfermos”, aseguran fuentes expertas en la materia. De esta manera, las autoridades tienen más difícil su desalojo y el procedimiento legal puede extenderse en el tiempo.

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